- No seas tontito- le dijo con dulzura- he pensado que en vez de pagarte te mantendré. Vivirás aquí conmigo y todo lo que quieras y necesites solo tendrás que pedirlo, así es más fácil que si te pago por encuentros esporádicos. Además,- Añadió mirándolo a los ojos- es mucho más fácil si vives aquí que si nos tenernos que desplazar para vernos y, en vez de pagarte para que te compres una casa o víveres, eso ya te lo proporcionaré yo, es mucho más cómodo así ¿Aceptas?- Preguntó Aidan aún obviando la respuesta en los ojillos ilusionados pero cansados de Jeremy.
- ¡Sí! Acepto ¿de verdad no molestaré si me quedo aquí?- preguntó sabiendo que quería por todos los medios quedarse en esa casa, junto a Aidan. Ya no volvería a una casa vacía y destartalada, llorando por las noches mientras se preguntaba de donde sacaría dinero para comer, con Aidan a su lado las cosas podrían torcerse e incluso podía acabar muerto, lo sabía a la perfección, pero por ahora aquella era la mejor y más agradable opción. '' vaya, ha aceptado muy bien la propuesta, supongo que no me costará convencerle cuando le diga que lo quiero vincular, pero eso será más adelante, no quiero ir demasiado rápido y, ciertamente, tengo todo el tiempo del mundo'' pensó Aidan.
-Claro que no, verás como a Alex tampoco le importa que te quedes- dijo sonriendo al ver que Jeremy jugaba con los cabellos azabaches y largos del vampiro entre sus dedos finos y gráciles.
-Muchas gracias Aidan, de verdad que me has sacado de muchos apuros, creo que eres la única buena persona que conozco- rió amargamente mientras se abrazaba al cuello del vampiro.
-Yo no soy una buena persona Jeremy, yo mato, torturo y abuso de quien quiero, por placer más que por necesidad, no soy empático y la desgracia ajena si no la provoco yo ni la percibo, Jeremy, yo contigo soy bueno, muy bueno, pero no soy una buena persona- explicó el vampiro mientras veía el rostro de ojos cerrados de su amante reposando sobre su pecho.
-Lo sé- dijo el chico, no dolido o enfadado por ello sino aceptando la condición cruel y sádica del inmortal no sin un poco de miedo- ¿Hm? Estás helado- se sorprendió el chico palpando con miedo y cuidado el cuerpo del mayor- y eso que acabamos de hacerlo- dijo volviendo a recostarse sobre su pecho.
-Es porque hace horas que no como nada, si mi organismo no se llena sangre viva se enfría al poco rato, es algo normal- explicó dibujando en su rostro una expresión de afecto, le resultó enternecedora la curiosidad del mortal.
-Oye Aidan ¿te importa si me pongo ropa? Es que tengo frío- dijo levantándose de encima de su cuerpo, en verdad también sentía vergüenza pero no lo quiso decir.
- Oh claro, creo que yo también me vestiré, si llega Alex y me encuentra merodeando desnudo por la casa no creo que se lo tome como algo normal- dijo riendo y viendo sonreía al menor que desdibujó la sonrisa de su rostro hasta que expresó en una mueca de preocupación algo que Aidan descifró al instante- Necesitas ayuda para moverte ¿verdad?- preguntó a sabiendas de que había sido demasiado duro con el chaval.
- S-Sí- dijo el chico sonrojándose- si sigues así me dejarás en silla de ruedas- bromeó haciendo reír al vampiro.
-No tientes a la suerte le advirtió levantándose de la cama, quedando los dos sentados en la orilla de la cama mientras Jeremy era sujetado por Aidan, fue entonces cuando el humano se percató de que aún llevaban las esposas puestas, por el momento no le dio mucha importancia.
Aidan se puso primero sus bóxers y sus pantalones dejando su torso desnudo antes de vestir al humano de la misma forma mientras este se dejaba hacer dócilmente.
- ¿Y la camiseta?- preguntó el humano viendo que su torso también estaba desnudo, vulnerable al frío que hacía allí.
-Con las esposas puestas no te la puedo poner- explicó el vampiro levantado su brazo y arrastrando así el de Jeremy para que se hiciese mas notoria la presencia de las esposas.
-Pues quítamelas- dijo Jeremy con un tono confundido, lo que acababa de decir era demasiado obvio.
-No puedo- explicó el vampiro dibujando una sonrisa juguetona en sus labios, dejando entrever los colmillos a la perfección- No tengo la llave y no creo que la encuentre- añadió.
-Bueno, eres muy fuerte, seguro que puedes romper las esposas sin esfuerzo- dijo Jeremy mirando la mueca de satisfacción de Aidan ¿Qué estaba tramando?
-Puedo, pero no quiero- explicó acercándose al humano- es divertido tenerte así- acercó un poco su rostro al del humano y entreabriendo la boca dio una mordida en el labio inferior de su acompañante, el cual trató de alejarse por el susto pero no pudo puesto que estaba esposado- ¿Ves?- dijo el otro acercándose aún más a Jeremy estirando de las esposas, juntándolo más aún contra su cuerpo.
-L-Lo veo, pero tengo frío sin la camiseta- dijo con los ojos tristones y haciendo un tierno puchero.
Aidan se acercó más al menor abrazándolo protectoramente y aunque su piel estaba helada Jeremy se sintió completamente cálido.
-¿Hace falta que te caliente más?- preguntó el vampiro con una voz seductora y promiscua lamiendo el lóbulo de su acompañante.
-N-No, esta noche me has destrozado, me duele incluso el pelo- bromeó el chico volteándose para corresponder al abrazo rodeando la cintura de Aidan con sus piernas tiernas y deliciosas.
-Perdón Jeremy, pero es inevitable- sonrió aspirando el aroma dulzón de Jeremy mientras este enterraba su cabeza en el pecho varonil del otro- debes estar cansado ¿Quieres dormir? ¿o prefieres comer algo antes?- preguntó el vampiro acariciando inevitablemente el pelo del otro, enredando sus dedos en ese cabello blanco tan reluciente.
-Dormir, estoy agotado, no puedo más- confesó notando como el mayor se recostaba en la cama junto a él, dejándolo de lado y abrazándolo por detrás mientras el frío tacto de las esposas de metal erizaba la piel de Jeremy.
Las manos de Aidan descendieron y ascendieron por el abdomen de su presa con dulzura hasta que en no mucho rato esta entró en un profundo sueño.
Para cuando en casa de Alex ya todos dormían, Liu estaba despertando listo para otro día d aburridas clases. No iba con mucho ánimo de por si pero el examen sorpresa de matemáticas de primera hora de la mañana le dejó la moral y el optimismo por los suelos. A parte de eso fue un día normal, unas cuantas clases, deberes no muy excesivos, etc... Llegó a su casa listo para prepararse algo de comida rápida y ponerse a trabajar.
Tras mucho esfuerzo y dos horas de búsqueda exhaustiva Liu acabó el proyecto de biología que supuestamente debía hacer colaborando con su compañero de clase Jake, ahora le tocaba estudiar historia aunque eso no le subió para nada el nulo ánimo que tenía.
Recogió los platos sucios que había dejado en la mesa y retiró de allí su portátil antes de poner el libro de historia abierto por la primera página del temario, el examen era al día siguiente y a juzgar por el día que había hecho aún le quedaban dos horas o tres antes de la llegada de Alex, extrañamente al pensar en ese sujeto Liu sintió algo menos de miedo de lo habitual, realmente notaba los grandes esfuerzos del mayor por ser más gentil con él y lo agradecía.
Adecuándose a las predicciones aproximadas de Liu, Alex llegó tres horas después, solo que Liu no se percató de ello hasta que vio que una sombra se alzaba tras él, haciéndolo estremecer y consiguiendo que se girara bruscamente, levantándose de la silla.
+ ¡Me has asustado!- gritó el menor frunciendo el ceño al ver el rostro risueño del vampiro, aquel que mostraba esos dos temibles colmillos.
- Siempre lo hago- se excusó este sentándose al lado del menor y paseando su vista por la mesa repleta de material escolar- ¿Qué hacías?- preguntó observando un libro de texto y dos subrayadores azules cuya tinta se derramaba uniforme por algunas frases de las paginas que Liu estudiaba.
+E-Estaba estudiando historia, mañana tengo un examen importante- explicó el adolescente cerrando el libro y esperando uno de los ya comunes ataques de Alex, no sin miedo claro está.
-A veces me olvido...- dijo el vampiro soltando una risilla y mirando el libro de sobre la mesa.
+¿De qué?- preguntó Liu sin comprender lo que decía su ''amante''.
-De que eres tan joven, estudiando para sacarte la ESO... Cuando yo tenía tu edad ni si quiera existían esas cosas- rio el vampiro recordando pero no añorando viejos tiempos.
+Ya hablas como los viejos- rió Liu recibiendo una mirada ardiente de Alex, él ardía en deseos pero Liu no supo interpretar bien esos ojos azules, pensó que lo había ofendido- L-Lo siento si te he ofendido- titubeó nervioso.
-No me he ofendido Liu, soy viejo- admitió levantándose de la silla per dejando en ella su chaqueta de cuero negro- aunque prefiero el término ''antiguo'' suena mejor- dijo sonriendo, Liu parecía tranquilo, su estrategia de conversar con él antes de pasar a la acción estaba funcionando, parecía que el pequeño se sentía más confiando de esa manera.
Sin mediar palabra el vampiro tomó súbitamente la mano de Liu y empezó a caminar con impaciencia, Liu quiso preguntar a donde iban pero no lo hizo, él ya lo sabía y una respuesta no habría hecho más que ponerle nervioso.
Una vez en la habitación Alex no esperó ni un segundo para seguir con su inesperada brusquedad aventando sin delicadeza alguna al menor sobre la cama, antes de que este tratase de levantarse ya sintió el peso del otro sobre su cuerpo, oprimiéndolo, atrapándolo. Alex tenía una mirada lujuriosa que aterró a Liu y al ver esos preciosos ojos chocolate hundirse en el terror, Alex decidió suavizar su comportamiento acariciando con delicadeza la mejilla del menor.
-¿Recuerdas que te dije que durante estos días te prepararía para la entrega?- preguntó Alex bajando de encima del cuerpo de Liu pues lo vio más calmado. El menor asintió ruborizado notando como ahora el vampiro se situaba en su lugar favorito, entre las dulces piernas de Liu-¿Estás Listo, Liu, para la lección de hoy?- preguntó en un tono seductor, consciente de las pocas ganas que tenía el menor de ser manoseado y abusado noche tras noche por alguien atractivo pero demasiado terrorífico.
+S-Supongo ¿Qué es lo que tengo que hacer?- preguntó sintiendo la respiración impaciente del otro contra su cuello. Un pequeño beso fue depositado sobre su yugular y tras este una lamida.
Alex se quitó de encima de su pequeña presa y se sentó en la orilla de la cama, aún mirando la dulce cara de Liu con excitación, pero también con cariño.
-Tú solo sigue mis indicaciones, te prometo que no te haré ningún daño- declaró el vampiro con un tono tan afable, con una dulzura tan palpable y su mirada no delataba en ningún momento cualquier indicio de que eso fuese una mentira.
''Oh Dios, se está portando tan bien conmigo, me está hablando de esa manera tan... tan bonita... yo, yo no quiero confiar en él pero creo que no miente ¡No! No puedo hacer eso, no puedo confiar en él, pero...'' pensó el pequeño mientras miraba, poco disimuladamente, sin querer el rostro ahora apacible del inmortal.
-Puedes confiar en mí pequeño Liu, ayer te dije que no te haría daño y así fue ¿Por qué tendría que mentir hoy?- preguntó de manera convincente invitando al humano a caer presa de sus encantos de ultratumba.
+T-Tienes razón, pero...- tragó saliva, se desprendió del miedo por unos instantes, inconsciente de la reacción que podría tener Alex ante sus palabras se decidió aún así a pronunciarlas- ¡Si me haces daño no me entregaré a ti!- exclamó, apretando los puños, arrepintiéndose en el último segundo y deseando que Alex no tomara a la fuerza lo que él le daría con condiciones. Asustado y desando no recibir unas muy duras represalias por lo que acababa de decir, Liu cerró fuertemente los ojos.
-Liu, no me pongas a prueba- advirtió el mayor con una voz siniestra, un tono tétrico y un aire sombrío que cause miedo y curiosidad en el menor.
+P-Perdón- se disculpó avergonzado sabiendo que jamás podría enfrentarse a Alex, desistiendo en todas sus ilusiones de hacerlo.
-¿Empezamos?- preguntó Alex algo irritado y mirando a Liu con cansancio, estaba cansado de esperar. Una sonrisa se trazó en la experta boca del predador cuando Liu asintió.
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