Capítulo final: todo lo que callaste

 El chico llevó sus manos la camisa negra del depredador, que se ceñía a los increíbles y duros relieves de su cuerpo. Comenzó a desabotonarla con cuidado y con las manos temblorosas, haciendo así que los botones se escurriesen de vez en cuando entre sus dedos. Y mientras trataba de descamisar a Alex, este solo lo atraía más a su cuerpo y seguí besando por donde podía, casi siempre en su suculento cuello que se ladeaba mientras pasaba las manos de botón en botón descubriendo cada vez más la blancura del fuerte pecho de Alex.- Joder...- jadeó Liu viendo como cada vez había menos ropa de pormedio, la camiseta ya estaba completamente desabotonada y ahora el pequeño estaba observando con ojos como platos el trabajado y musculoso abdomen de Alex, quien al ver la mirada del chico acabó de quitarse la camiseta por completo y la lanzó lejos de la cama, quizás cayó en el mismo lugar que la de Liu.

Se mordió su fino y rosado labio inferior contemplando ese cuerpo espléndido digno de un Dios del olimpo o de un fuerte guerrero, quizás la personalidad salvaje y el cuerpo musculoso de Alex encajaban con la descripción de un berserker.

Alex siguió besando el cuello del niño mientras tomaba sus caderas deslizando sus manos por sus costados gentilmente, acariciando con lentitud la piel marcada del chiquillo, entonces Liu también decidió entrar en acción mientras Alex le comía el cuello a besos. Si él se sentía tan bien con las caricias y besos de Alex ¿porque no hacer sentir bien al vampiro también?

Liu situó sus manos en el vientre bajo de Alex, justo al inicio de sus pantalones, y las fue subiendo muy lentamente mientras repasaba los contornos duros y marcados de su abdomen, sus finos dedos se paseaban por las líneas hundidas del fuerte cuerpo de Alex y fue subiendo despacio hasta su pecho, ahí lo pasó rápido y llegó al cuello de Alex, sus manos lo bordearon y se separaron para ir cada una a un hombro. Alex rugió de placer en la oreja del chico que lo tocaba con inseguridad. Entonces Liu sintió que lo estaba haciendo bien, que aunque fuese un inexperto era capaz de aprender con rapidez, así que temblando y totalmente sonrojado dirigió su boca al hombro de Alex y allí dio un tierno beso que por poco mata a Alex de placer. Liu imitó los movimientos anteriores de Alex siguiendo un camino de besos por el hombro del dominante hasta su brazo, y se detuvo besando el enorme y duro bíceps, le encantaba sentir esos músculos duros y tensos en sus labios pequeños, sabiendo que de un momento a otro lo dominarían.

-Liu, hoy estas muy juguetón- le susurró al oído haciéndolo estremecer como nunca antes, jadeó sobre el gran músculo de Alex que estaba besando y pronto las manos del mayo bajaron por su espalda menuda y agarraron con fuerza su trasero para después deslizarse hasta la parte de delante y comenzaron a rozar la intimidad de Liu, quien gemía sin control sintiendo el pantalón apretarle demasiado.

+ A-Alex- jadeó tomando entre sus manos los fuertes brazos de Alex, sentía que en cualquier momento perdería el equilibrio y caería en un vacío. La manera en que lo tocaba por sobre el pantalón lo estaba matando.

El mayor sonrió al ver al chico gemir antes de tiempo y entonces comenzó a desabotonar el cierre del pantalón de Liu. Con mucha lentitud se sacó de encima al pequeño y fue tirando lentamente de su pantalón hasta dejarlo en ropa interior.

Liu miró un poco asustado como Alex se lamía los labios ante una visión de él tan vulnerable.

- Te toca- dijo Alex alzando una ceja y sonriendo mientras mostraba sus colmillos, sin pudor señaló su entrepierna y el chico entendió la orden a la perfección. Se acercó todo lo que pudo a él, temblando, pero sus manos solo se atrevieron a ponerse sobre las rodillas del vampiro, aunque eso pare él era un logro- Vamos- lo animó Alex tomando las manos del chiquillo y situándose donde el pantalón era apretado por una enormidad palpitante que le hizo jadear al tacto.- Si no quieres no tienes porque hacerlo- dijo viendo los ojos del menor humedecerse.

No es que no quisiese, pero estaba tan nervioso y asustado por lo que pasaría aquella noche. Negó con la cabeza reiteradamente y lanzó sus manos hasta la cremallera de los pantalones de Alex, la desabrochó demasiado rápido y el otro se casi arrancó los pantalones con rapidez. Otra prenda más que volaba hacia un lugar sin importancia.

Liu tuvo una idea, y quería cumplirla, estaba asustado pero eso no cambiaría que él mismo se había prometido que esta vez sería diferente y que además Alex se lo había confirmado.

Vio a través de los bóxers los malditos 25 centímetros de miembro completamente erecto, palpitante contra la blanca tela y mojándola por el presemen que echaba. Joder, parecía que Alex reventaría los bóxers en solo segundos, Liu tragó saliva tratando de calmarse, Alex le había dicho que sería bueno, pero... ¿como se podía ser bueno teniendo eso entre las piernas?

Con sus pequeñas manitas logró tomar el bóxer y bajarlo ligeramente dejando al descubierto tamaña erección ante sus inseguros ojos. Alex se quitó los bóxers por completo y observó la preocupación en su rostro, después el miedo y por último vio en la mente del pequeño los recuerdos de aquella vez que Alex lo había violado después de que el pobre se hubiese equivocado haciéndole su primer oral.

-Eso no pasará nunca más- dijo Alex tomándole de las mejillas y dándole un suave beso en los labios, pero después jugó un poco más con la tierna boquita y metió su lengua, comenzó a mordisquear sus labios e incluso pensó cómo se sentiría esa dulce boca en otro lugar.

Liu no respondió, solo lo miraba sonrojado por la manera en que había gemido durante el beso.

Se estiró en la cama boca abajo para quedar a la altura del enorme miembro y se apoyó en sus codos para llegar mejor.

Alex lo paró entonces.

- Esta posición te será muy incómoda fierecilla- le dijo con cariño mientras lo hacía levantarse.

+ Ah, p-perdón- dijo el chico sentándose en la cama sin saber bien cómo colocarse.

-Túmbate- dicho y hecho. Liu estaba cómodamente tumbado boca arriba con la cabeza en la almohada y Alex se subió sobre el chico. Al principio Liu se asustó al verse inmóvil por la posición, pero Alex trató de relajarlo con sus caricias. Avanzó sobre el cuerpo del menor hasta tener sus rodillas cerca de los pequeños hombros y su pelvis justo delante de la cara del chiquitín.

Liu suspiró y cerró, aunque con dificultad, su pequeña mano en torno al miembro de Alex, este diu una pequeña embestida, como si la circunferencia que Liu creaba al cerrar su mano sobre su enorme polla fuese la entrada del chico.

Poco después comenzó a hacer torpes movimiento de arriba abajo, Alex se excitaba cada vez más, no porque el chico lo hiciese bien precisamente, sino porque era condenadamente inocente.

La mano de Liu se separó del miembro de Alex, sintiendo que lo estaba haciendo demasiado mal, aunque los rugidos de placer de Alex le daban algo más de confianza.

Se acercó con la boca a la palpitante erección y no supo cómo hacerlo, estaba aterrorizado y no tenía apenas experiencia en eso, pero realmente quería hacerlo.

Cernió sus rosados y tiernos labios sobre la húmeda punta para darle un pequeño beso, pensó que funcionaría, los besos de Alex le encantaban amaba sus besos en todos los lugares de su cuerpo, así que pensó que tal vez a Alex también le gustasen los besos en cualquier parte, en esa parte en concreto. Y parecía que había acertado por la cara de Alex y por la forma en que le comenzó a acariciar el pelo.

Saboreó el salado líquido de sus belfos y continuó con la tarea, parecía que aquello se le daba ligeramente mejor. Como no podía, ni por asomo, meterse tal monstruosidad en la boca decidió centrarse en la sensible punta. Gracias a Alex había podido aprender bien y en primera persona los puntos más sensibles de un hombre,

Se la introdujo en la boca con mucho cuidado y con su lengua, que nunca llegaba a coger el ritmo en sus besos, comenzó a trazar círculos sobre la superficie.

Alex lo miró desde arriba y esa visión tan erótica del menor casi le hace correrse en su boca, pero se contuvo y sin que el chico se sintiese demasiado asustado comenzó a embestir la húmeda cavidad.

No adentraba ni la mitad de su miembro mientras el chiquillo cerraba los ojos con la respiración agitada y trataba de no gemir ni moverse, se estaba follando su boquita con mucho cuidado y aún así supo que cuando su pene estuviera en otra parte de Liu debería tener mucho más cuidado.

Lo tomó entonces por la mejillas notando como su virilidad golpeaba contra una de ellas, sintiéndola en la propia palma de su mano a través de las dulces mejillas del chico. No quería correrse aún, pero si Liu seguía gimiendo de esa manera tan tierna no podría evitarlo, así que salió de encima del menor y lo miró pícaramente.

- Date la vuelta- dijo con una voz fogosa que no podía evitar. El chiquillo solo lo miró con sorpresa, poniendo esos ojos de cachorrito tan preciosos que harían derretirse a cualquier, pero Liu no se movió ni un milímetro- ¿Liu? - preguntó Alex preocupado de haber podido herir o asustar de más al chico durante la felación.

+ ¿No m-me vas a pre-preparar?- preguntó entonces juntando sus manos con algo de miedo y encogiéndose.

- Claro que lo haré, Liu, y si aún así te duele pararé, lo juro- Dijo acercándose a su pequeño humano y dándole un beso en la mejilla, tan tierno y gentil que Liu apenas se percató de que los fríos colmillos habían rozado su piel.

+ Vale...- dijo tímidamente y con una pequeña sonrisilla en su rostro. Entonces obedeció tumbándose bocabajo y dejando todo su cuerpo expuesto excepto por los bóxers, cuya fina tela se apretaba contra su culito marcando las enloquecedoras líneas curvas de sus nalgas.

Alex sacó un bote de lubricante que había guardado en uno de los cajones de la cómoda de Liu '' por si acaso ''

Se acercó a él rugiendo como un lobo de placer al contemplar a tan hermoso humano entregándose, entregándose de verdad.

Abrió un poco las piernas del chico y se sentó entre ellas. Tomó el bóxer con sus manos y acarició con un dedo el perfil de este sobre la piel del chiquillo, después se lo quitó con cuidado mostrando ante el ese trasero que lo enloquecía.

Liu suspiró y vio como Alex se agachaba para dar pequeños y tiernos besos en sus nalgas, las apretaba tanto en sus manos que sus dedos quedaban marcados y después comenzó a morderlas haciendo a Liu ahogar quejiditos por el hecho de notar los colmillos mordiendo con fuerza.

+ A-Alex... se que nunca t-te lo he dicho y s-se que no es el mejor momento p-pero- ''Por si algo sale mas esta noche, al menos dilo ahora, te lo llevas guardando mucho tiempo'' dijo una pequeña vocecilla en su mente- t-te quiero- dijo tan tímidamente que cualquier otro no lo hubiese oído, entonces enterró su cara en la almohada y ahogó un suspiro. Alex pasó su mano por la espalda del chico hasta se hombro y lo echó para atrás, levantándolo hasta tenerlo a su altura. Aquello que había sentido con esas dos palabras de Liu era lo que llevaba buscando todo ese jodido tiempo, la verdadera entrega eran esas dos palabras tan llenas de significado como de sufrimiento, habían sido un ''te odio'' en el pasado, pero Alex lo había cambiado, después de tanto tiempo y le dieron ganas de llorar de la alegría por ello.

-Yo te amo, pequeño Liu- dijo en su oído mientras dejaba un beso en su cuello y después le comía lentamente la boca. Lo volvió a recostar contra el colchón con suma delicadeza.

Después sintió como unas enormes manos separaban sus nalgas poniendo su cerrado orificio a disposición de Alex. Cerró los ojos y agarró con fuerza la almohada mientras sentía el fresco y viscoso lubricante caer entre sus nalgas. Gimió al notar las manos de Alex recorrer esa zona con tanta delicadeza, masajeando su intimidad y expandiendo el lubricante con sus manos, echando demasiado de ese líquido para asegurarse de que todo iría bien y empapando sus propios dedos en él, mientras dos de sus dedos acariciaban con lentitud la superficie de la entrada de Liu, Alex se abalanzó sobre la espalda del chico y comenzó a besarla con cariño, a lamer desde la zona en la que terminaba la columna hasta el inicio de su nuca. Y a Liu le encantaba, tanto que hasta podía sentir como se dilataba ante el placer de tener a Alex detrás suyo, besandole.

Uno de los dedos de Alex comenzó a presionar al mismo tiempo en que el vampiro se entretenía en besuquear y moder con cuidado el cuello del chico. Se adentró un poco y lo escuchó quejarse ligeramente, cosa que ignoró para seguir deslizando su falange hasta el fondo y una vez lo hizo notó a Liu apretar tanto que casi le dolió. Se percató de que el muchachito estaba mordiendo la almohada para no gritar, pero no pudo evitarlo cuando Alex comenzó a meter y sacar su dedo, pero pronto esos grititos de dolor se acallaron con ligeros gemidos mientras el humano se removía un poco por la extraña y nueva sensación de placer.

Metió su segundo dedo en el lubricado recto del chico, se estaba dilatando con mucha rapidez y apenas sentía dolor, aquello no era como las otras veces, porque esa vez Liu quería, quería a Alex, y quería sentirlo dentro, quería que todo lo malo Alex lo convirtiese en algo bueno, y quería que del dolor naciese placer.

+ A-Alex- dijo el chico con los ojos fuertemente cerrados y la voz entrecortada, Alex le escuchaba pero no habló, su boca estaba demasiado ocupada lamiéndole el cuello de una manera tan sensual que logró excitar a ambos- me... me gusta-admitió mientras se abrazaba más a la almohada para darle a entender a Alex que lo estaba haciendo bien.

Siguió un rato más moviendo sus dedos en el interior del chiquillo, notándolo gemir y moverse de manera provocativas involuntariamente para seguir sintiendo ese contacto tan delicioso que Alex le estaba otorgando.

Liu mordía la almohada con fuerza de nuevo intentando no gemir demasiado alto y sus ojos estaban cerrados con tal de sentir más aún ese placer, como si la capacidad de sentirse así fuese el único sentido que necesitaba en esos momentos.

Alex comenzaba a impacientarse, meter tan solo esos dedos en el interior de Liu era una maravilla, pero necesitaba más, aunque por otra parte le daba miedo asustar al chico y hacerlo sentir presionado.

Estuvo un rato más preparándolo y notando como el chico dejaba ir quejidos de placer contra la mordida y apretada almohada, y notó como el chico sería capaz de correrse del placer sin ser tocado en su miembro si seguía metiendo sus dedos durante más rato.

Así que los sacó dejando que Liu descansase unos segundos con la respiración agitada y el corazón a mil, sabiendo que es lo que venía ahora.

Alex untó de nuevo lubricante en la ya dilatada entrada del chico e hizo lo mismo por toda la extensión de su miembro. Liu notaba como el otro suspiraba roncamente de placer y elevó en poco sus caderas, entregándose al vampiro.

Alex se puso de rodillas tras él y apretó las nalgas del chico en sus manos con fuerza, dejando marcados sus dedos para bajar después a besar el trasero del chico haciéndolo gemir y morderlo un poco, haciendo que se quejase levemente al sentir los colmillos sobre su tersa piel.

- ¿Estas listo Liu?- preguntó Alex con cariño mientras restregaba de manera sumamente erótica toda la longitud de su falo sobre la superficie de la entradita del chico.

+ C-Creo que sí- dijo con timidez agarrándose de nuevo a la almohada y tensando todo su cuerpo al sentir el cálido y enorme glande del mayor sobre su intimidad. Alex pasó delicadamente sus manos por la espalda del chico y también por la cara interior de sus tiernos muslos hasta que consiguió que, con un largo suspiro, el chico se relajase. Aprovechó la ocasión para adentrar la cabeza de su miembro y Liu ahogó un grito por la sorpresa.

Alex siguió acariciando la espalda del chico mientras esperaba a que se acostumbrase y lentamente metió su miembro, con mucha paciencia y sintiendo como a cada centímetro de su virilidad se hundía en el apretado trasero que lo acogía, lentamente sintiendo las paredes húmedas y calientes del recto que ejercía presión sobre su miembro.

+ No...- dijo Liu impresionado al cabo de un rato de mantener aquella posición que tanto había temido, aquella posición vulnerable en que Alex estaba entre sus piernas- no d-duele apenas- acabó la frase girándose hacia Alex, quien lo miraba sonriendo tiernamente.

Alex no podía hablar, ver a su pequeño a punto de disfrutar plenamente de ese momento que tanto había esperado, pero si había tenido que sufrir una larga espera era por su culpa, por su maldita decisión de forzar al chico cuando este no lo merecía.

Sacó una pequeña parte de dentro de él y la volvió a meter con lentitud y ante esa pequeña estocada Liu gimió.

Alex se animó a seguir embistiendo al chico, aunque era de forma lenta y cuidadosa, sacando una pequeña porción de su virilidad y metiéndola de nuevo tan despacio que parecía que era la primera vez, pero aún ese lento y torpe contacto Alex no podía ni siquiera llegar a imaginar algo más placentero en el mundo a parte de los gemidos que su amante le regalaba, porque Liu también estaba disfrutando, porque todo lo que antes había sufrido a manos de Alex ahora lo estaba gozando, estaba siendo compensando y estaban consumando un amor que ninguno de los dos sabía aún cómo se había construido, porque aunque las vigas que iniciaron aquello eran inestables, sabían que lo que ahora había no se derrumbaría.

Alex comenzó a excitarse aún más arremetiendo con más fuerza contra el chiquillo, aumentando el ritmo yo haciendo que sus caderas y las nalgas de Liu chocasen una y otra vez, cada vez más rápido, cada vez más caliente.

Y Liu por su lado sentía al vampiro empujar ese miembro más hondo aún en su interior, la carne venosa dura y palpitante estaba llegando a un punto que él no conocía en su cuerpo, y cada vez que Alex lo golpeaba con fiereza todo Liu temblaba de placer, deseando que lo hiciese una y otra y otras vez hasta que estallara en mil malditas sensaciones.

Las manos de Liu ahora no estaban en la almohada, ahora eran sostenidas por las enormes manos del vampiro, que encima de las suyas las apretaban para sentir aún más sus latidos que casi eran tan altos como sus gritos y jadeos.

Esa voz preciosa que derramaba placer en forma de gritos y esa otra, fiera, que rugía de pasión por el tan esperado momento, ambas bocas contrarias pero necesitaba se unieron cuando Alex tomó al chico por la cintura y aún dentro de él hizo girar todo su pequeño cuerpo, quedando Liu recostado cara a Alex y con sus deliciosas piernas abiertas.

Alex sujetaba sus muslos mientras su lengua se hundía más y más en la boca de Liu, quien tímidamente intentaba entrelazar su lengua con la del vampiro, sintiendo como las estocadas lo volverían loco de un momento a otro.

Con las manos a los lados de pequeño cuerpo Alex comenzó a besar, lamer y morder el cuello y pecho de aquel pequeño chico que sudaba por el calor del momento tornando su piel más salada mientras Alex le daba aquella dulce sensación martilleando un punto perfecto entre sus piernas.

Y mientras Alex llenaba el cuerpecillo del menor con mordiscos dolorosos que lo hacían gritar de dolor y quejarse algunas veces, Liu llevaba sus manos a la ancha espalda del depredador que esa noche lo había cazado y ahora lo devoraba sobre la cama de una manera que jamás imaginó. Mientras sus uñas se paseaba con fuerza por la espalda de Alex arañándolo y dejando marcas que se curaban poco después de crearse, el vampiro lo tomó por las caderas tan fuerte que estaba convencido de que al día siguiente al pequeño le quedarían, a parte de por los chupetones y mordiscos, dos marcas enormes en la cintura con la forma de sus manos. Porque aquella noche el chiquillo saldría más marcado que nunca, porque Liu era de Alex y aquello noche Liu lo comprendió al mismo tiempo que se dio cuenta de Alex también era suyo.

Después de horas en las que por cada embestida, beso, mordisco y caricia se escuchaba un gemido de placer de Liu y un ronco gruñido de excitación de Alex, ambos estuvieron seguros que de que el clímax estaba cerca. Sintieron a la vez un calor comenzar en sus intimidades y expandirse por su vientre, por su rostro, llegando el hormigueo hasta las puntas de los dedos hasta que los dos consiguieron correrse justo a la vez.

Y el resto de la noche se basó más que nada en los mimos y cariños que Alex le proporcionó a su pequeño.

- Liu- le dijo Alex al oído viendo salir el sol, antes de que cayeran en un profundo sueño- eres mío- y el pequeño sonrió tiernamente, sonrojándose.

+ ¿Y tu eres mío?- Por supuesto Alex asintió besando a aquel chico que lo volvía loco, a aquel chico que lo tenía a sus pies, a su merced.

A aquel chico al que había metido dentro de su más perversa oscuridad pero que igualmente había logrado que él, Alex el vampiro, se perdiese en ella, cegado por la luz de un simple humano, cegado por Liu.

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