Cuidados

  Alex se disponía a irse pues pensó que tomar al pequeño de nuevo una vez desmayado sería demasiado para su cuerpecillo mortal, pero cuando lo vio en esas condiciones tan demacradas solo pudo girarse y tomarlo entre sus brazos, sin saber bien porque lo llevó al baño y lo lavó sacándole todo el sudor, lágrimas y saliva. Limpió su entradita que ya había expulsado todo el semen y no pudo resistirse a lamerla para saborear la sangre algo reseca; la entrada se veía altamente resentida pero con una semana de reposo eso se curaría casi parcialmente. El vampiro terminó por vestir al humano, no sin entretenerse en jugar con su cuerpo de manera gentil, y lo depositó en la cama, lo arropó pues temblaba convulsionadamente, aunque no era de frío, finalmente se quedó un buen rato embobado mirando su rostro, aun estando inconsciente no parecía calmado, su cara estaba llena de miedo y dolor.

Cuando Liu despertó era Domingo al mediodía, miró por la ventana y vio como el sol chocaba ardientemente con sus enrojecidos, legañosos y secos ojos recién abiertos. Sintió un dolor agudo en todo el cuerpo sin  siquiera moverse, era doloroso tomar aire para respirar. Trató de abrir la boca para decir algo pero cuando logró despegar sus secos e irritados, algo maltratados, labios solo pudo llorar en silencio. Quiso levantarse e ir a la cocina pues estaba totalmente hambriento pero al intentar incorporarse en la cama había sentido un dolo tan intenso que le hizo gritar, flaquear y finalmente caer al suelo con la respiración agitada. Alargó costosamente el brazo sobre la mesilla de noche y cogió su móvil, con él llamó a su tutora advirtiéndola de que se encontraba en muy mal estado, dijo que unos brabucones había tratado de atracarlo y lo habían apalizado, tras eso le dijo que no podría asistir a clases en toda la semana. La maestra habría querido verificar más la historia de Liu, pero nada más oír su voz sintió un nudo en el estómago, parecía estar destrozado… Le dijo que le daría todos los deberes y fechas de exámenes al lunes de la semana siguiente. Liu asintió agradecidamente y colgó el teléfono, lo dejó en el suelo sin fuerzas como para levantar el brazo de nuevo. Lloró por horas recordando la noche anterior, pero sacó fuerzas de donde no las había para tratar de levantarse y huir de allí, iría a donde fuese para pasar la noche, pero allí no, allí él lo podía encontrar. Apoyó sus manos en la orilla de la cama y movió su cuerpo con lentitud hasta quedarse de rodillas ante la cama. Fueron decenas los intentos fallidos en los que el chico trató de ponerse en pie y notó un dolo tan agudo desgarrando su esfínter que tuvo que dejar su cuerpo caer al suelo como un peso muerto. ’’ se está haciendo de noche y aún ni puedo levantarme… es casi tan doloroso como lo sentí ayer, no quiero que vuelva  a pasar eso, no… tengo miedo ¿Cómo pudo ser tan cruel? Él me cogió con tanta fuerza que me amorató las caderas y entró dentro de mí de esa manera tan horrible, me dolió horrores, no solo me violó si no que lo hizo un tipo con un falo gigantesco… tengo el cuerpo lleno de sus marcas, de mordiscos flojos y chupetones, tengo las muñecas con rozaduras por estar atado… hoy estoy aún más indefenso, no puedo ni moverme… por favor que no venga de nuevo… y si viene prefiero quedar inconsciente antes de que me ponga la mano encima, no quiero sentir ese dolor, no… tengo miedo’’ Pensó Liu al ver el sol ocultarse, su única salvación se escondía cobardemente tras el lejano e inalcanzable horizonte. Muy lentamente cerró los ojos, quería dormir y que cuando despertase su cara estuviese plenamente golpeada por el sol. Sintió unos pasos en el salón de su casa, se acercaban a él, tan lentamente que su corazón estalló en un sinfín de latidos desbordados, cerró los ojos deseando que no fuese cierto pero cuando vio la puerta de la habitación abrirse contempló temblando la musculosa figura de su agresor, este soltó una risilla y se acercó a él, se agachó y extendió su mano hacia el muchacho. Liu solo cerró los ojos, estaba inmóvil en el suelo deseando que un botón de on off (encendido y apagado) hiciese ‘’click’’ en su cerebro y se apagase hasta que ese sádico sujeto se fuera. Gritó al sentir la mano de Alex sobre su cintura pero su voz se debilitó a medida que la sentía acariciar su costado y más adelante su cabeza.

-Veo que te he dejado sin siquiera poder caminar- comentó el vampiro con algo de pena ¿pena? ¿Desde cuándo sentía esa estupidez por sus presas?- ven pequeño- dijo tomándolo entre sus brazos y levantándolo del suelo con ternura, no sabía porque se comportaba así, quería cuidar del humano pero deseaba destrozarlo hasta la inexistencia de este.

+ no…-  gimió Liu al notar como el vampiro lo apretaba contra su pecho levantándolo en volandas del suelo- no me hagas más… e-eso… por dios… no, no…- murmuró sin poder contener las lágrimas.

-No tengo intención de hacer nada contigo esta noche, aunque seguro que así ni opondrías resistencia…- se lamió los labios y llevó a Liu con tranquilidad hasta la puerta de la casa, se paró ante ella escuchando lo que Liu tenía que decir.

+ E-Es mentira, seguro que me haces algo… sino ¿p…para que has venido?- Liu sentía una angustia punzante y dolorosa, profunda en el pecho pues creyó que hablarle de esa manera a Alex era una atrevimiento que pagaría bien caro.

-Quería ver si estabas bien, aunque te parezca raro que haya venido sin segundas intenciones- comentó sujetando al humano, incapaz de oponer resistencia, con una sola mano para alargar la otra hacia el dorado y redondo pomo que decoraba el lateral izquierdo de la puerta.

+ ¡E-Espera! ¿A dónde q-quieres ir?- preguntó al intuir que iban a marcharse de la casa. Miro a Alex con el terror de estar de camino al matadero.

-Como te molesta tanto que venga a tu casa pues vas a venir tu a la mía- dijo sarcástico, riéndose del destino que por su culpa amparaba a aquel pobre humano.

+No! No quiero ir allí…- suspiró Liu sintiendo que el nerviosismo y el miedo crecían en su interior aglutinándose en su pecho y haciendo así que este le doliera como si le atravesasen el corazón con una aguja- ¡suéltame!- bramó tratando de patalear, él solo quería recuperar su vida estúpidamente aborrecible de siempre ¿era eso tanto pedir?


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