El camino a casa

 + ¿p-porque no es buena idea?- preguntó Liu tímidamente, como si fuese una pregunta de poco interés, ruborizado vio como el otro sonreía y se giraba hasta él, caminando en su dirección y parándose a escasos centímetros suyos. ‘’ que predecibles son los humanos! Este idiota caerá pronto en mis redes, como deseo tomarlo contra su voluntad… que bien huele su sangre… dulce, dulce, dulce’’ pensó el vampiro mientras miraba el escaso rubor de las mejillas del humano.

-Pues porque no soy el único vampiro de por aquí ¿sabes? Puedo notar la presencia de al menos tres mas por los alrededores- mintió con maestría, él era un embaucador experto aunque no necesitó usar sus grandes dotes para convencer a un mísero humano inocente- si voy contigo no creo que te ataquen, pero veo que quieres regresar solo así que es tu culpa si te devoran lentamente- dijo el vampiro con un tono lúgubre que erizó la piel de Liu- No creo que esos vampiros se porten bien contigo, yo estoy siendo amable pero se con que crueldad se tratan a las víctimas- dijo lamiéndose los labios, aquella noche había matado a 15 chicos de corta edad y aún notaba el sabor de su sangre en su boca, cada sangre diferente pero no mejor o peor que otra.

‘’ entre la espada y la pared, si él no me acompaña por la mañana me encontrarán muerto pero… no me fio un pelo de este vampiro… no solo quiere matarme, que ya es algo temible, creo que quiere… algo más, joder ¿Por qué a mi?’’ pensó Liu sin saber bien que decirle al vampiro, ese ser le infundía respeto, no, era miedo y mucho, él solo quería que aquel día acabase, había sido horrible ahora añoraba su odiosa monotonía.

-Pues porque eres bastante apetecible- Dijo Alex un poco cansado por el esfuerzo mental que le suponía leer el pensamiento del otro, aunque realmente la expresión preocupada del chico le incitaba a hacerlo, deseaba saber que miedos inocentes albergaba esa cabeza humanamente frágil

+ ¿Me… has leído el pensamiento?- preguntó Liu asustado, ni su mente estaba a salvo de ese monstro, podía pensar en huir y él lo sabría, podía pensar en algo desagradable para el vampiro y… sería su fin.

- Sí, aunque voy a dejar de hacerlo porque es agotador- dijo percatándose de que Liu bostezaba inevitablemente, hacía mucho que no dormía bien y a esas horas debería estar en la cama-y por cierto si te atacara un vampiro, al menos si ese vampiro fuese como yo, no te encontrarían muerto por la  mañana, es más no reconocerían tu cadáver aunque uniesen las partes de este- una voz ronca y lúgubre inició la frase para terminar escalofriando a Liu, que no podía creer que Alexander hablara con tanta soltura de esos temas.

+ Entonces… si voy yo solo me matarán… pero es que…- Liu no sabía qué hacer, necesitaba volver de una vez a su casa, quería ir solo pero así no llegaría vivo, además el frío el sueño y el miedo estaban afectando a su capacidad para tomar decisiones.

-Matarte no es lo peor que pueden hacerte- dijo Alexander aumentando más el tamaño de sus colmillos- pareces cansado humanito, te acompaño a casa y así puedes estar tranquilo- dijo tajante sin dejarle responder, tan pronto acabó de hablar  empujó a Liu para que comenzase a andar dirección a su casa.

+ Me parece que teniéndote al lado no podré estar tranquilo…- dijo Liu bajando al cabeza, aún no se fiaba de las intenciones de Alex, estaba alerta en todo momento- oye, tus colmillos… ¿te importaría… hacerlos más disimulados?- Liu no podía parar de mirarlos ya que era la primera vez en su vida que veía unos de tan cerca, estaba en la mano del vampiros el hecho de mostrar sus lustrosos y punzantes colmillos o ocultarlos parcialmente para que fuesen más pequeños pero aún amenazantes.

-¿Por qué quieres que lo haga? Te dan miedo ¿cierto?- Liu asintió arrancando una sonrisa burlona de la golosa boca de Alex- en ese caso no pienso ocultarlos- dijo orgulloso y mostrando sus fauces- Dime pequeño ¿Cuántos años tienes?- preguntó deseoso de saber a qué edad moriría aquel pobre iluso entre sus redes.

+Pues tengo 16 años- dijo con una voz fina, asustada y poco audible que el vampiro captó a la perfección.

-Me encantan los adolescentes- susurró Alex acercándose un poco más a Liu, no quería ir muy rápido aún con él, necesitaba que el humano accediera a recibir el primer paso pero se negara a continuar para entonces poder forzarle. Realmente Alex tenía una mente enrevesada. Liu se encogió de hombros y miró de reojo al vampiro, con curiosidad, no debía dejarse llevar por sus encantos de ultratumba, el vampiro le devolvió la mirada sin disimular y Liu apartó la vista avergonzado.

+E-Es aquí- dijo Liu rebuscando vagamente en su bolsillo hasta sacar de él unas llaves plateadas en un llavero cutre y despreocupado, mirando al vampiro enterró las llaves en la cerradura de la puerta de madera maciza- gracias por acompañarme…- dijo tímidamente a modo de despedida ¿Por qué el vampiro no se iba?

-¿No me vas a invitar a entrar?- preguntó Alex en un tono promiscuo que alarmó a Liu.

+ N…no- dijo mientras tomaba el pomo de la puerta entre sus manos, no quería abrirla para que ese ser pasase pero quería entrar de una vez por todas y encerrarse en su cuarto. Alex se puso aún más cerca de él haciendo que sus cuerpos se rozasen, entonces posicionó sus manos en las caderas del chico. La piel de Liu hormigueó bajo el tacto de aquel extraño, su cuerpo comenzó a temblar y cerró sus ojos notando como el ser se inclinaba hasta su cuello, iba a morderlo, iba a morir, iba a experimentar un dolor enorme así que Liu solo dejó caer las lágrimas ahogando sus sollozos ¿ese era el fin? Pero Alex no se dirigió solo a su cuello, aunque lo lamió erizando la piel del muchacho, también se plantó ante su cara y miró con detalle cada centímetro de su rostro, deteniéndose en sus grandes ojos cerrados que dejaban escapar unas lágrimas saladas como el agua marina. Liu sintió el aliento frío de Alex esta vez en su cara después de sentirlo en  su cuello.

-Abre los ojos pequeño- dijo Alex a escasos centímetros de su cara. Liu los abrió lentamente topándose con la imagen de un rostro hermoso pero diabólico que esperaba devorarle, se fijó en como el otro lamía sus colmillos ansioso.

+N-No me las…lastimes- Liu sintió su corazón explotar cuando el vampiro se acercó más a él, abriendo la boca como si fuese a engullirlo. Alexander posicionó su lengua húmeda y cálida sobre los labios del chico, los repasó como si fuera una especie de carmín, los saboreo, temblaban bajo su mojada caricia. Alex guardó de nuevo su lengua deseando adentrarse en esa boca que no tenía valor para chillar, pero sabía que eso sería demasiado para el mortal así que solo juntó sus labios levemente, succionando y mordisqueando los del pequeño, Alex sonrió. Liu solo se quedó estático hasta que la presencia del vampiro se desvaneció. Liu se tocó los labios incrédulo, aún podía sentir los del vampiro sobre los suyos, tembló de miedo mientras entraba a la casa y se encerraba en la habitación. Esa noche el pequeño humano no pegó ojo, solo estuvo en un rincón de la habitación abrazado a sus rodillas y temiendo que ese ser llegase de nuevo a apoderarse totalmente de él; pero cuando el sol salió se sintió algo más seguro, era improbable que hubiese vampiros por el día, pero no por eso imposible. 


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