Entrega, rendición

 Mientras Alex retomaba de nuevo el rumbo a la habitación donde Liu se hallaba Aidan aprovechó para irse a cazar y escabullirse de sus problemas, los cuales había causado a consciencia y sin reparar en sus consecuencias.

Liu no se hallaba en la habitación sino que había decidido bajar por las escaleras al escuchar la conversación, eso hizo que se topara con Alex una vez este alcanzó el séptimo escalón.

-Ya lo has oído- dijo Alex tomando a Liu de la muñeca para dirigirlo hasta el piso de arriba- todo solucionado- añadió con seriedad. Alex estaba realmente furioso, su amigo había tratado de robarle a Liu y encima había roto por accidente su mesa favorita de la casa; pero una sonrisa inevitable se esbozó en el rostro maléfico del vampiro al oír el dulce y acelerado latir de corazón de Liu, bombeando sangre que recorría su cuerpo entero al encuentro con todos sus órganos- si te vuelve a tocar dímelo porque sino créeme, me voy a enfadar mucho- amenazó avanzando por el pasillo con el mortal cogido del brazo, pasando la habitación donde Liu creía que irían Alex aminoró la marcha para pararse ante una puerta que Liu desconocía.

+Pero y si Aidan se ha enfadado conmigo... me dijo que no te dijera nada y a-ahora seguro que...- Liu sintió como la mano de Alex se ponía sobre su boca tapándola para que no emitirá ningún sonido mientras la otra mano le acariciaba el pelo.

-Como si Aidan te odia a muerte, mientras seas mío me aseguraré de que ni te mire- dijo Alex bajando la mano de la boca de Liu hasta su espalda masajeándola para descender y acabar tocando su trasero. Apretó las nalgas de Liu entre sus manos aún encima de la ropa mientras el pequeño solo dejaba caer sus brazos a los lados del cuerpo y apretaba los dientes deseando que todo acabara.

Tras lo que a Liu le pareció una eternidad las manos de Alex se alejaron de su trasero para tomar el pomo de la puerta y abrirla dejando ver una sala fascinante.

Había una gran estantería repleta de colecciones amplias y de todas las épocas de la música más dura y pesada que Alex había podido conseguir, aunque entre esos álbumes también figuraban algunas canciones más calmadas y de ritmos hipnóticos. Unos enormes altavoces ocupaban gran parte de la pared, eran más altos que Alex y parecían de esos que una vez pones la música a tope de volumen hacen temblar el suelo y rompen los cristales de todo el vecindario. Tras una vitrina reposaban tres guitarras: una era de contornos extraños y punzantes, negra con rayas blancas que mareaban si las mirabas con detenimiento; otra era de color rojo cereza pero estaba tan limpia que casi brillaba, era una guitarra eléctrica clásica, típica pero sin ser ordinaria pues sus delineados contornos tan bien expuestos parecían irreales; y la última era una guitarra española del mismo color que la madera del suelo. Al lado de un pequeño teclado eléctrico reposaba un bajo de color azul marino, casi parecía negro pero tenía unos destellos de color azul que lo hacían sobresaltar. Finalmente una batería reposaba en medio de la sala al lado de una gran colección de baquetas firmadas por bateristas de distintos grupos. Lo último que Liu pudo ver antes de ser conducido dentro del lugar fueron unos cinco amplificadores de la marca ESP.

Alex entró a la sala con Liu y se sentó en una enorme butaca negra, chirriante pero reluciente y aparentemente cómoda. Liu solo lo miró quedándose de pie hasta que Alex lo tomó con fiereza del brazo para hacerlo caer sobre sus piernas. Liu estaba avergonzado por la posición, estaba cara a cara con el ser que más temía en el mundo y sus piernas estaban abiertas sobre la virilidad del otro, aunque el hecho de que simplemente fuese una manera de sentarse lo relajó un poco.

-¿Te gusta la música?-preguntó Alex consciente de que si esa noche quería algo de acción debería actuar de manera cautelosa para que Liu cogiese confianza.

+Sí, mucho- afirmó el pequeño con una gran sonrisa algo fingida pues no s encontraba cómodo al lado de aquel individuo.

-En ese caso puedes venir a esta sala cuando quieras- Dijo Alex mirando directamente a los ojos tímidos que rehuían de su mirada- Bueno, eso si recuerdas donde está la sala- bromeó aliviando la tensión y sacando una sonrisa algo sincera de la boca de Liu- creo que mi casa es demasiado grande y la orientación no es tu fuerte- añadió notando como los músculos de Liu se relajaban.

+Es cierto, e-este sitio es enorme... sobretodo en comparación con mi casa- objetó el menor preguntándose cuál era la finalidad de esa conversación tan trivial.

-Oye Liu se que te dije que esta semana no te haría nada pero ¿no crees que eso sería muy aburrido?- preguntó Alex con un tono pícaro antes de soltar una risilla al ver como Liu jugaba nervioso con sus manos.

+N-No, a mi me parece bien que... no ha-hagamos nada- dijo Liu a punto de salir corriendo ya que sabía que su opinión solo sería el objeto de burla del vampiro depravado que quería abusar de él.

Alex se levantó haciendo que el menor cayera al suelo por sorpresa pero antes de que este pudiera decir una palabra o tan siquiera tratar de levantarse fue tomado por las bruscas manos de Alex y este lo cargó en sus hombros mientras Liu pataleaba golpeando al vampiro que solo pudo reír ante los desesperados intentos del mortal por zafarse.

De vuelta a la habitación que Liu ya conocía bastante bien este se alarmó al ser aventado en la cama y sintió que su vida iba a acabar de un momento a otro cuando Alex se subió a la cama y gateó en su dirección hasta tenerlo acorralado.

-Me empiezo a cansar de que resistas tanto- dijo Alex con un tono feroz mientras hacía que sus colmillos lustrosos creciesen empujando sus labios. Poco a poco descendió al cuello del chico rozándolo con los poderosos caninos y lamiéndolo mientras apoyaba una de sus manos en el abdomen del chico para bajarla hasta el final de su camiseta y colarla por el interior de esta.

+ l-lo siento... pero no quiero q-que me hagas daño...- se quejó Liu al sentir el contacto frío de la mano de Alex en su abdomen y por contrapartida el contacto caliente de la lengua en su cuello.

-Voy a ir muy despacito, hoy no haré gran cosa pero necesito que no resistas porque si lo haces puede que me sobrepase con mis jueguecitos- advirtió Alex disminuyendo de nuevo el tamaño de sus colmillos al oír el menor sollozar inmóvil.

+ s-seré sumiso pero se bueno... sé que me lo quieres hacer otra vez p-pero aún no... n-no estoy preparado por favor ten paciencia t-tengo miedo... te lo suplico...-Liu se estremeció lloroso sintiendo que su piel quemaba pero eso fue contrarrestado por un escalofrío que subió por su espina dorsal para recorrer todas sus terminaciones nerviosas dándole descargas eléctricas cosquilleantes que le advertían del peligro.

Alex por su parte estuvo a punto de desbordar de alegría y soltó un bufido de incredulidad. Por fin lo había conseguido: Liu se estaba rindiendo ante él, estaba sometiéndose y prometiendo ser sumiso a su voluntad y a cambio solo le pedía una cosa, solo le pedía que fuera despacio.

-Esa es la actitud que quería Liu, buen chico- susurró en su oído moviendo aún su mano bajo la camisita del chico, tocando el pecho del chico que subía y bajaba con una velocidad impresionante- entonces ¿dejarás que te haga todo lo que quiera si espero a que estés preparado? ¿Te estás rindiendo ante mi?- preguntó Alex extasiado por tener al menor bajo su cuerpo sin oponer resistencia, claro que no le desagradaría en lo absoluto que Liu se resistiese y suplicase (y vaya si le haría suplicar en un futuro) pero en ese momento le invadió una agradable sensación de triunfo: había conseguido su objetivo pero no iba a hacer lo que creía. Alex pensaba en usar al chico a su antojo como su juguetito una vez se rindiese ante él, pero ahora que lo había logrado y lo tenía a su merced esa idea le pareció mal, no, no iba a tratar a Liu como a otra simple presa.

Alex sentía un tipo de atracción diferente por Liu de la que sentía por sus otras presas, no era solo hambre y lujuria, era algo diferente que le quemaba el pecho cuando lo besaba, que le hacía creer que estaba vivo de nuevo cuando lo hacía llorar de miedo... era algo que iba a explorar y explotar hasta que supiese identificar ese sentimiento, esa sensación.

+ Su-supongo... no puedo más... tengo demasiado miedo y e-eres muy insistente así que esto es lo único que puedo hacer pero por favor... por favor ten cuidado conmigo y n-no me hieras- suplicó Liu en una posición fetal mientras lloraba abrazado a sus rodillas y notando la fría respiración de Alex en su nuca.

-En ese caso empecemos, aún no te tomaré pero hay muchas otras cosas que te puedo hacer Liu, mi pequeño Liu- susurró Alexander sobándose el bulto creciente de la entrepierna. De pronto una sensación de que algo no iba bien lo asaltó, ese humano se había rendido a él demasiado rápido, no lo había hecho por voluntad, solo por aceptación, por miedo, pero eso no logró desagradar a Alex, al contrario.

+ y que es... ¿q-que es lo que quieres es-esta noche?- preguntó Liu echo un manojo de nervios y sintiendo al Alex morir de placer sobre él, realmente para Alex era orgásmico tener a ese humano asustado y acurrucado bajo él y esperando a que le hiciera algo.

Liu sintió como el vampiro lo acariciaba gentilmente empujándolo con disimulo para cambiar su posición, dejando al menor recostado bocarriba con los brazos extendidos a los lados. Alex pasó su mano en una larga caricia des del cuello del chico hasta su abdomen.

-Quítate la camisa-ordenó Alex mordiéndose el labio inferior para no morder la tersa piel que estaba siendo desnudada bajo sus ojos felinos. Liu tomó con sus manos la camisa des de la parte inferior y estiró haciendo que se resbalara hacia arriba fuera de su cuerpo. Antes que pudiera acabar de quitarse la prenda ya notó como unas manos lo apretaban por las caderas y una lengua rodeaba sus pezones trazando pequeños círculos para después morderlos con demasiada fuerza. Liu se mordía los labios para no gritar pero no pudo retener varios gemidos al sentir como Ales mordía y succionaba su lechosa piel para dejar marcas rojizas en ella- ¿estás llorando?- preguntó Alex al ver las lágrimas rodar por las comisuras de los ojos entrecerrados de Liu.

+ l-lo siento yo... no lo puedo evitar- contestó Liu con una voz dulce y floja, como la brisa, que hizo que a Alex le dieran ganas de abrazarlo.

-Tranquilo, no pasa nada- dijo dando a entender que el hecho de que su pequeña presa llorara no era algo que le desagradara en lo más mínimo- te estás portando muy bien-lo animó Alex incorporándose hasta quedar sentado en la orilla de la cama.

Miró a Liu de una manera que no logró procesar, parecía que le pidiese algo muy obvio pero el pequeño fue incapaz de captar el mensaje y solo miró a Alex extrañado ¿Qué hacía sentado en el extremo de la cama?¿qué quería que hiciese Liu?

+ ¿q-que tengo que hacer?- preguntó aliviado al ponerse su camiseta de nuevo sintiéndose protegido por la tela que se pegó a su cuerpo como si la saliva ajena que había en este fuese pegamento.

-Eres tan inocente ¿acaso nunca has visto pornografía?- preguntó Alex sabiendo cual sería la respuesta de cualquier chico o incluso chica de su edad o incluso menor que él. Todo el mundo habría dicho sí, pero Liu, Liu era diferente al resto y eso puede ser una cruz con la que cargar o en el más raro de los casos una bendición y este no era el caso.

+Hummm... no- respondió tras ver la sonrisa ladeada de Alex, quien estaba completamente excitado por la inexperiencia del chico.

-Pues deberías, mira un poco en tu tiempo libre- bromeó Alex riendo con su habitual risa ronca y consiguiendo arrebatar una sonrisa tímida del rostro de su acompañante. Realmente el hecho de que Alex bromeaba aliviaba en gran parte la tensión de Liu.

+Bueno, lo haría pero... mi tiempo libre lo malgasto con un v-vampiro acosador- bromeó Liu tímidamente creyendo que tal vez así lograría aliviar un poco más la tensión palpable de esa habitación. Tras una pequeña pausa Liu temió que Alex se hubiese ofendido pero entonces este rió su broma regalándole una carcajada realmente seductora.

-Anda, ven aquí delante- lo llamó Alex conduciéndolo hasta su posición. Los dos estaban de pie delante de la cama y Alex se sentó en esta mientras que, con cuidado, presionó de los hombros del chico hacia abajo hasta que lo dejó de rodillas ante sus piernas.

Liu al estar arrodillado delante de la abultada entrepierna del mayor comprendió al instante lo que Alex quería que hiciera y su boca se abrió, al igual que sus ojos, en shock mientras entraba en pánico.

+No, no, espera... - pidió Liu nervioso y moviendo su cuerpo tratando de alejarse de allí mientras Alex lo cogía por la nuca para evitarlo forzándolo a quedarse de rodillas-tu...¿no pretenderás que haga... ''e-eso''?- preguntó alarmado de nuevo y tan inseguro como la primera vez que vio a Alex. Asqueado y asustado por lo que venía Liu solo pudo sentir terror al notar como una de las manos de Alexander le agarraba con fuerza el pelo mientras la otra sobaba la monstruosidad erecta sobre la tela de los pantalones que no tardarían mucho en desaparecer.

-¿Sabes cómo hacerlo?- preguntó Alex viendo la carita de sorpresa del humano que arrodillado ante él solo podía temblar- Da igual, es obvio que no- rió masajeando de nuevo ese miembro que pedía, erguido y venosos, ser envuelto en calor humano. Alex se desabrochó la bragueta y cuando metió su mano dentro de sus bóxers para sacar ese falo enorme a Liu le vibraron los ojos de impresión.

'' oh dios mío... cuando él me violó metido todo eso dentro... ¡¿de mi?! No... no puede ser que quiera hacérmelo otra vez... ni en un millón de años! y encima ahora quiere que le haga una felación ¿es que no se da cuenta de que ni sé por dónde empezar? Pero si me niego seguro que podría hacerme de nuevo, lo que me hizo aquella noche, tan doloroso, tenía tanto miedo... ¡no! Ojalá nunca hubiese salido a pasear aquel día...'' pensó Liu clavando su mirada en el miembro erecto que ya estaba cubierto, en la punta, por una transparente capa de líquido pre seminal.


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