De un tirón sin resistencia Jeremy quedó solo el bóxers mostrando a través de estos un bulto que no era comparable al de Aidan aún a través de los pantalones. Jeremy gemía en pidiendo que las caricias continuasen y Aidan obedecía a lo que el cuerpo de su ahora pareja le dictaba. Acarició la erección del chico por fuera del bóxer mientras se lamía los labios al ver al pequeño poner sus ojos en blanco de placer mientras murmuraba incoherencias.
-Aidan, Aidan- dijo su nombre, no llamándolo sino recordándose a si mismo quien era su propietario, a quien le pertenecía y de quien nunca querría alejarse. No era solo el placer que le brindaba, era todo lo que hacía Aidan lo que conseguía que Jeremy lo adorase de esa manera.
- ¿Quieres que sigamos jugando así, pequeño?- preguntó de manera picarona a Jeremy para molestarlo un poco mientras el chico estaba en éxtasis- Si no me dices que lo quieres... pararé- advirtió jugando un poco más con su presa recién cazada y a la que nunca acabaría de devorar.
-No seas malo- dijo Jeremy sonriendo al ver como Aidan cesaba de tocarlo para deleitarse con su imagen. Sabía que Aidan no aguantaría mucho más sin tocarle.
-Si no me dices lo que quieres no podré hacerlo- dijo Aidan sarcástico y deseando que Jeremy le suplicase que lo tocara, pero Jeremy también sabía jugar a eso y no perdería, él también podía tentar al vampiro.
-¿Con que esas tenemos?- preguntó Jeremy picarón y notando como el calor de su cuerpo descendía al no ser tocado.
-Venga, venga... pídeme que te toque- dijo Aidan frotándose las manos y viendo como el chico se lo pensaba, aunque este decidió no sucumbir, le haría más interesante el juego al vampiro, jugaría con fuego, jugaría con Aidan.
Jeremy se deshizo el mismo de su ropa interior, no sin una pequeña demora y con una gran lentitud, deslizando los bóxers bajo sus piernas y quedando completamente desnudo. Jeremy vio como el vampiro se mordía el labio esforzándose por no tocarlo ¿Quién lo pediría primero? ¿Quien se rendiría en ese juego de orgullos?
Tomó con su propia mano su virilidad y gimió ante su propio contacto, haciendo que el vampiro creciera más en sus pantalones, deseando tocar al pequeño, rogando por dentro para que lo pidiese.
Jeremy miró a Aidan, deseando suplicarle por su contacto pero en vez de eso lo sorprendió acercándose un poco al vampiro y abriendo sus piernas delgadas totalmente ante él, dejando sus intimidades expuestas y lo más cerca posible de las caderas del vampiro.
Sumisamente entregado vio como el otro caía en la tentación desabrochándose la bragueta y dejando salir de ahí un enorme bulto y después retirando sus pantalones y ropa interior a la vez.
Con rapidez el vampiro de precipitó contra el receptivo chico pero este puso su mano delante de su entrada, impidiéndole a Aidan meterse en él, este lo miró extrañado.
- '' Si no me dices lo que quieres no podré hacerlo''- citó Jeremy risueñamente y mirando con timidez al vampiro, tener ese comportamiento juguetón y lascivo no era propio de él pero llevaba tanto tiempo deseando que Aidan lo tomase que habría hecho cualquier cosa por complacerlo.
-Tu ganas-dijo Aidan sonriendo- Por fin me has hecho que sea yo el que te pida- sonrió lascivamente de nuevo, apartando la mano grácil del chico de su entrada y descubriendo el cerrado y tenso orificio- quiero follarte, se bueno y déjame hacerlo- le pidió Aidan a Jeremy haciéndolo estremecer y tensarse.
Jeremy gritó al sentir el miembro entrar lentamente dentro de él dilatándolo con cada centímetro que lo llenaba. Sintiendo su trasero demasiado estirado y el calor del otro dentro suyo creyó que moriría por el estallido de sensaciones.
De una fuerte embestido Aidan llegó al final del pequeño recto que lo apretaba y acogía, haciendo que las piernas del menor temblasen y ahora todo su cuerpo temblaba. Como siempre, estaba asustado aún sabiendo que Aidan sería bueno, pero eso le resultaba aún más erótico al vampiro, le encantaba que aunque Jeremy lo adorase también le tuviese ese miedo tan humano que lo hacía parecer indefenso.
Jeremy se acostumbró al tamaño del otro sintiendo un dolor molesto pero no desesperante y entonces se extrañó al sentir que el otro no se movía dentro de él. Abrió los ojos para toparse con la maliciosa sonrisa de Aidan, el juego no había terminado.
-Ahora sí que me vas a pedir- dijo el vampiro mordiéndole el lóbulo y pasando sus manos por los muslos del chico que necesitaba que ese punto tan placentero contra el que Aidan presionaba fuese envestido. Jeremy gimió agarrándose con fuerza a los brazos que lo envolvían.
-Por favor, por favor- pidió llevándose las manos a la cabeza y jadeando. Aidan sonrió de nuevo, lo molestaría solo un poco más; salió de él solo un centímetro para volver a entrar rozando de nuevo ese punto que volvía loco al humano, pero Aidan se quedó inmóvil mientras el otro temblaba en sus brazos.
-¿Por favor que?- preguntó satírico el vampiro mientras sujetaba ahora los brazos de Jeremy mirando esa cara que se contraía de placer y dolor.
-Er-eres tan malo- le sonrió el humano viendo como ahora era el vampiro quien ganaba el juego- P-Por favor mu-muévete- se rindió sintiendo como la lengua del otro se deslizaba por su garganta.
Aidan solo necesitó esas palabras para accionar el rápido y profundo vaivén de sus caderas, embistiendo al chico sin cuidado y escuchando como aullaba de dolor y gritaba de placer.
Sin pausa y con una gran velocidad salía y entraba de dentro de Jeremy, sintiendo como el otro se retorcía temblando bajo él cada vez que llegaba hasta el fondo con fuerza, golpeando a Jeremy en un punto totalmente placentero. Entrando en él de manera dolorosa pero llegando al mismo Edén Aidan movía sus caderas escuchando al chico gemir mientras sacaba todo su miembro y de duras embestidas volvía a meterlo a un ritmo demasiado rápido.
Las lagrimas y el sudor de Jeremy manchaban las sábanas y el vampiro lamía su cuerpo de arriba abajo lleno de lujuria, sintiendo que el cuerpo del menor se desplazaba fuertemente con cada una de sus estocadas.
Pasó su lengua sobre los pezones del otro y los lamió mientras los mordisqueaba y tras eso atacó su dulce boca. El chico no podía apenas respirar y además de eso el beso lo ahogaba pero deseaba seguir sintiendo que Aidan movía su lengua dentro de su boca. Aidan aprovechó su intenso beso para embestir más y más fuerte al chico, usando su mano derecha para atrapar la pequeña virilidad y masturbarla mientras su mano izquierda jugaba con las tetillas, estirándolas.
Con un gemido agudo y largo Jeremy se corrió, chillando dentro de la colmilluda boca de su acompañante, quien aún lo besaba.
Respirando agitadamente y dejando su cuerpo como un peso muerto, Jeremy se sintió totalmente satisfecho, pero agotado y adolorido mientras Aidan seguía envistiendo en busca de su orgasmo.
Y poco tardó en llegar, pues al bajar la mirada y encontrarse con los hermosos ojos de su presa, mirándolo con algo de miedo y admiración, se corrió al instante.
Salió de dentro de su pequeño y este trató de recomponerse mientras Aidan, quien ya se había puesto ropa interior lo vestía con una de sus anchas camisas que le hacían parecer un niño pequeño usando ropa de adulto.
-Uf... si sigues así de bestia vas a tener que llevarme de nuevo al hospital- bromeó Jeremy ahora descansando plácidamente sobre el pecho de Aidan, quien acariciaba su pelo blanquecino mientras lo observaba curioso.
-Deja de victimizarte- dijo riendo y besándole el cuello- se que te ha encantado- susurró en su oreja haciendo que la piel del chico se erizase. Jeremy se mordió el labio sintiendo unos besos lentos y tiernos en su cuello, Aidan estaba de nuevo allí, con él, era tan irreal- Oh mierda... va a salir el sol en un rato, es una lástima, quería quedarme un rato mas divirtiéndome contigo- dijo haciéndole un puchero a su humano, quien lo miró divertido.
Durmieron juntos de nuevo y, después de mucho tiempo lograron conciliar el sueño que tanto les quitaba el recuerdo del otro.
A las seis y cuarto de la mañana el despertador de Liu sonó en un pitido incesante y estridente hasta que lo apagó de un golpe, alargando el brazo hasta la pequeña mesita que tenía al lado de la cama. Trató de levantarse para comenzar a vestirse y acicalarse pero unos brazos lo tenían sujeto por la cintura, rodeándolo con fuerza.
+A-Alex- dijo el chico tocando levemente el brazo del vampiro para despertarlo. Este emitió un pequeño rugido de protesta y apretó más al humano entre sus fuertes brazos, achuchándolo- Alex, me tengo que ir ¿Alex?- trató de despertarlo con leves susurros pero no era suficiente y tampoco quería despertarlo muy bruscamente, no le convenía que se pusiese de mal humor.
Se zarandeó entre sus brazos tratando de zafarse hasta que el movimiento despertó a Alex.
-¿Qué haces?- preguntó molesto escondiendo su rostro entre la almohada al ver como la luz del sol lo iluminaba.
+Alex me tengo que ir a trabajar- dijo el chico llamando su atención- ¿p-puedes soltarme?- y de pronto los fuertes brazos lo dejaron ir. Liu salió de la cama y vio como Alex tomaba las mantas y se cubría totalmente con ellas huyendo de la irritante luz solar.
En unos minutos Liu ya estaba vestido con unos jeans y unas bambas y una camiseta negra, ya había desayunado, un tazón de leche con cereales de frutas, y ya se había lavado los dientes tras eso, ahora solo le quedó coger su móvil y responder a una de las mil llamadas de Dave.
- ¡¿Liu?!- se escuchó demasiado alta esa voz fura y preocupada que no había tardado ni un segundo en contestar a la llamada cuando vio de quien era- ¡¿Estás bien?! ¡Voy a por ti! ¡¿Dónde te tiene ese maldito vampiro?!-sonaba nervioso y asustado, aunque totalmente feliz de ver que el pequeño lo llamaba.
+Wow, tranquilo, estoy bien- dijo risueñamente el menor mientras hablaba con su amigo. Se tensó terriblemente y casi grita del susto al sentir a Alex detrás de él rodeándolo de nuevo con los brazos.
- ¡¿De verdad estás bien?! Oh Dios, menos mal que ese monstro no te ha hecho nada... ¿Cómo has escapado de él?-preguntó ansioso, en ese momento Alex tomó el móvil de Liu, quitándoselo de las manos y sosteniendo al chico, con un brazo, inmóvil contra su cuerpo.
- Un poco de respeto Dave, soy un vampiro no ''ese monstro''- dijo riendo al notar las respiraciones aceleradas del muchacho al otro lado del teléfono- Y no temas por Liu, a partir de ahora estará conmigo y más te vale no meterte porque soy un tipo celoso ¿entiendes?- dijo con retintín mientras el menor lo miraba preocupado tratando de arrebatarle el teléfono pero sin conseguirlo.
- ¡Maldito bastardo! ¡¿Qué le has hecho?! ¡Seguro que lo estás obligando a estar contigo ¿verdad?!-exclamó furibundo Dave, sintiéndose impotente al no poder ayudar a su amigo, ahora lo único que podía hacer era gritarle al teléfono.
-Cuidado con esa lengua, humano, porque podría arrancártela- dijo bajo y ronco, sonando verdaderamente amenazador y, aunque no pudo ver como el bello de Dave se erizaba, supo que lo había asustado.
+ ¡Alex! ¡Alex dame el móvil!- exigió Liu revolviéndose entres sus brazos. Este obedeció sin mediar palabra mientras seguía abrazado al menor.
+Dave, tranquilo. Él y yo hablamos ayer y no me está obligando a nada, se que suena estúpido de mi parte pero estoy tratando de olvidar todo lo que pasó y él dice que no me hará daño- explicó el chico calmándose al sentir como los brazos que lo rodeaban no solo lo estrechaban sino que lo acariciaban un poco para relajarlo.
- ¡¿Pero tú estás loco?! Liu, es el vampiro que te violó, que te acosó y por el cual llorabas por las noches sin poder dormir ¡No puedes fiarte de él! Liu, si ese hijo de puta de verdad hubiese cambiando y después de lo que te ha hecho de verdad fuese a ser bueno contigo yo aceptaría esto... pero no ha cambiado, gente como ese bastado nunca cambia, Liu todo el mundo merece segundas oportunidades pero él no, te va ha hacer daño...- dijo suspirando entre largas y amargas pausas.
-Liu, se que lo que él dice es muy lógico, pero si quisiera hacerte daño ya te lo habría hecho, no temas, no he cambiado, tiene razón, pero eso no implica que contigo no pueda contenerme- dijo el vampiro acariciando con su dedo índice la yugular del chico.
+D-Dave, sé que esto es muy... ah, mira, mejor lo hablamos en el trabajo, gracias por todo Dave, gracias por preocuparte tanto- dijo dulcemente al teléfono, una dulzura que Alex quería, una amabilidad y confianza que nunca había recibido de aquel chico.
- ¡Espera!- dijo Dave evitando que el chico colgase- Liu, por favor ten cuidado.
Y esas palabras pesaron en Liu, haciéndolo sentirse vulnerable y haciendo que le plantease su situación, haciendo que dudase de Alex. Y también pesaron en Alex pues una vez solo en casa fue incapaz de conciliar el sueño, pensando en si verdaderamente había sido tan malo para Liu.
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