Liu sacó de la nevera dos naranjas grandes y jugosas, esa noche no cenaría gran cosa y intentando ignorar al vampiro que estaba pegado a él, cogido a sus caderas como una lapa, empezó a mondar las frutas y las separó en gajos antes de ponerlas en un plato.
-¿Solo cenarás eso?- preguntó sorprendido Alex recordando los festines a base de carne semi cruda que tomaba en su juventud mortal, pero claro, él era otra persona distinta y corrían otros tiempos- vas a morir de hambre- se burló el vampiro conduciendo al chico hasta una butaca, sentándose en ella y sentando al menor sobre su regazo.
+ No soy de mucho comer, además, q-que un vampiro te diga que pronto te morderá es algo que te... q-quita el hambre- titubeó asustado, realmente aterrado pero esforzándose notoriamente para que no se notase. Liu empezó a comer la refrescante fruta.
- Pues mira qué curioso, a mi eso me ha abierto el apetito- acto seguido besó rápidamente el cuello del menor y lo notó tensarse- Cuando te muerda- calló un momento pensando en cuan exquisito sería ese momento- seré gentil, después te curaré Liu, aunque supongo que me divertiré bastante viendo como tiemblas bajo mis colmillos- Liu había parado de comer y a su vez había palidecido.
+ ¿Por... Porque me t-tienes que hacer esto?- las lagrimas amenazaron con salir de sus ojos, no quería ser mordido, no quería entregarse, no quería eso- no quiero que me muerdas... p-por favor- alcanzó a decir antes de que su voz se cortara por el nudo de su garganta.
-Liu, en este mundo hay presas y depredadores y tu deberías estar agradecido de que este depredador de aquí- dijo haciendo alusión a su persona- te trate bien en vez de tomarte por la fuerza, así que no me cabrees, y aunque amo verte llorar de miedo ahora ni se te ocurra derramar una sola lágrima- lo amenazó molesto por el comportamiento del chico, parecía que se victimizase, pero realmente era una víctima; '' realmente me hincha las pelotas que no agradezca el puto esfuerzo que hago por él ¿acaso cree que vengo aquí a conversar con él? Bueno, en el fondo eso no me importa, estoy a gusto, es tan tierno y su voz es tan dulce! Como deseo tomarlo... paciencia Alexander, paciencia'' pensó el vampiro recostándose más en la silla mientras el pequeño lo miraba con miedo.
+ No... no quería enfadarte, l-lo siento- dijo mientras comía para no decir más sandeces que enfureciesen al vampiro.
-Tranquilo- dijo mientras el menor dejaba el plato vacío en la mesa- Liu ¿tienes algo de música para poner?- preguntó buscando maneras para hacer que el menor se relajase.
+Um, no- dijo algo decepcionado. Alex ya sentía el hambre atroz demandando sangre y muerte en su boca.
Alex se levantó haciendo que el menor también lo hiciese y entonces lo sujetó de nuevo por la cintura firme y demasiado duramente e impidiendo que el chico se alejase de él.
-Me tengo que ir Liu- Dijo el vampiro haciendo sentir al menor extraño, por una parte su condena habría acabado esa noche, por otra estaría solo- Ahora no seas tímido- Dijo para acercarse a la boca cerrada de Liu, que para la suerte de Alex se abrió por la sorpresa dejando pasar su lengua húmedo y juguetona. Escurriéndose entre los labios de Liu la lengua ajena exploró su boca sin pudor y una mano ascendió por dentro de la camisita de Liu mientras él se rovilvía. Los dedos varoniles de Alex captaron uno de los pezones rosaditos del chico y lo retorcieron hasta que el menor gimió dentro de la boca de Alex, este se dio por satisfecho y se alejó de Liu, hacia la puerta y abriéndola se fue, como si fuese humano.
+A-Adiós- musitó Liu incrédulo y aún aterrado. Se fue a dormir, agradeciendo que Alex se hubiese portado tan bien con él aquella noche, agradeciendo su paciencia y gentileza y, mientras él cerraba los ojos Jeremy los abrió, despertando al notar como su móvil vibraba y sonaba des de él la melodía hail to the King.
Rápidamente abrió los ojos al sentir algo temblar cerca suyo y al ver la pantalla del teléfono iluminado, en milésimas de segundo el móvil sonó y cuando lo cogió pudo ver que tenía un mensaje e ilusionado fue a leerlo ''Jeremy, ven dentro de 30 minutos al parque de al lado de tu casa, te esperó allí, iremos a mi casa. PD tengo hambre, mucha hambre. Att: Aidan ¿Quién sino?'' decía el mensaje. A Jeremy se le iluminó la mirada al leer aquello, incluso soltó una leve risa y sonrió inconscientemente, pero toda felicidad abandonó su cuerpo tornándose miedo cuando leyó ''tengo hambre, mucha hambre'', eso solo podía significar una cosa: tenía que prepararse para el mordisco y eso le aterraba, pero un hormigueó lo hizo volver a su estado de fantasía al ver que iría a la casa de Aidan ¿Cómo sería?
Con rapidez cogió la ropa más limpia que tenía: una camiseta de tirantes negra con unos pantalones grises y blancos desgastados. Se lamentó de no tener mucho más pues el frío azotaba como un látigo de hielo. Jeremy salió antes de hora y llegó al parque 15 minutos antes de la hora acordada, pero no le importaría esperar. Temblando por el frío y sentado en el borde de la decoración de una gran fuente de aspecto majestuoso Jeremy se limitó a mirar el móvil cada cinco segundos para saber cuando quedaba para su encuentro.
Unos ojos oscuros, tapados por algunos mechones que a causa del viento ondeaban delante de estos, se fijaban en el pequeño con deseo, ahora no era solo un deseo carnal, ahora esos ojos veían como latía la yugular bajo la piel y la deseaban más que nada en el mundo, ahora eran los ojos de un predador, los ojos abismales de Aidan. ''Que tierno es, esperándome tan nerviosito, y además acabo de leer en su mente que esta acojonado porque tengo hambre... es adorable y es todo para mí, no pienso dejar nada de él al resto del mundo. ¿Lo hago esperar más o voy a verle ya? Esta hecho un manojo de nervios, que delicia. Voy a darle un sustito, no seré muy cruel pero solo quiero juguetear un poco'' pensó el vampiro mientras descendía des de su posición hasta el encuentro con el pobre mortal. Con el silencio de un gato Aidan se situó tras Jeremy, de manera tan sutil y rápida que apenas pudo percibir la sombre enorme de detrás suyo. Ágilmente el vampiro se movía entre las sombras hasta que tubo a Jeremy justo delante suyo, sentado y esperando.
Una mano fría como el clima de ese momento rodeó la boca de Jeremy impidiendo que gritara, cosa que ni intentó pues no le había dado tiempo a coger aire para chillar. Otra mano lo rodeó, aplastando con el brazo musculoso del opresor el torso y los brazos del chico. La espalda de Jeremy chocó con un pecho duro y un abdomen que estaba muy marcado pues aún a través de la ropa lo notó.
No tuvo oportunidad de girarse y poder ver quien era aquel que lo inmovilizaba antes de que sus ojos comenzasen a llenarse de lágrimas, haciéndole ver todo borroso y desenfocado como si estuviese drogado o soñando y, por momentos, deseó estar soñando. ''No, no... ¡No quiero morir! No más desgracias, hoy iba a quedar con Aidan, hoy iba a verle y todo saldría bien ¿Por qué el puto mundo se empeña en joderme la felicidad?'' Pensó el humano tratando de liberarse de esos brazos tan fuertes que le aplastaban el pecho impidiendo que respirara.
Aidan leyó sus pensamientos y estuvo cerca de conmoverse, realmente él era lo único bueno entre todas las desgracias de Jeremy; pronto el vampiro sintió como su mano, húmeda por la saliva del humano, era mordida por este en un intento de zafarse y entonces Aidan rió, una risa inconfundible que calmó a Jeremy al instante, como un botón en su interior se hubiese apagado apaciguando su resistencia.
-Jeremy, soy yo el que tiene que morder esta noche- dijo bromeando al notar los dientes del pequeño separarse de su mano, la cual a su vez liberó la boca de Jeremy pero este no fue liberado por el otro brazo, al menos ahora podía hablar.
Comentarios
Publicar un comentario
Comenta: