Lo que se consigue con un par de colmillos

 -Liu- susurró una voz a su espalda. El pequeño se sobresaltó por la repentina presencia de Alex, había entrado tan silenciosamente que ni pudo asimilarlo durante los primeros segundos.

+ P-Pensaba que estabas fuera- admitió el menor excusándose por el susto que aún le aceleraba el corazón- pareces un gato, por lo silencioso, ni te he oído entrar- comentó sin mirar a los ojos del sujeto. Ahora Liu casi podía hablar sin balbucear o sin tartamudear por el miedo, había cogido algo de confianza pero sus manitas y su cuerpo entero temblaban ante la presencia del otro.

-Esa era la idea- sonrió Alex acercándose a Liu, quien por acto reflejo retrocedió un poco; Alex le impidió moverse pues lo rodeó con un brazo de manera firme pero no demasiado autoritaria. Se acercó a esa boca de labios acorazonados que tanto le pedía atención y la besó superficialmente entreteniéndose en degustar sus labios de distintas formas. Liu agradeció que el vampiro hubiese tenido suficiente consideración como para no meter su lengua. Incrédulo tras el pequeño beso el mortal se llevó sus dedos a los palpitantes labios y Alex sonrió enternecido por tan adorable reacción- ¿te gustaría salir esta noche?- preguntó Alexander aflojando el abrazo con el que apresaba a Liu.

+ V-vale- dijo poco convencido y con el corazón a mil, la proximidad de Alex le estaba matando- ¿A dónde iremos?-preguntó Liu sabiendo que esa pregunta podía ser su perdición.

-A dar un paseo y  después te llevaré a comer algo- indicó sin indicios de estar mintiendo en su mirada, Liu se relajó y Alex se percató de ello, cada vez estaba más cerca de su objetivo ¿Cuánto tardaría Liu en caer?- vamos – añadió Alex en un tono autoritario encaminándose hacia la puerta mientras Liu le seguía como un perrito faldero.

+ Mañana es sábado...- murmuró el chico flojito mientras salía a la amplia y descubierta calle con el vampiro. Dejó caer esa indirecta con la intención de que Alex indagara en su mente, confuso por lo que había dicho el chico, y le resolviera la duda que se planteaba, esa duda que lo estremecía ¿cumpliría Alex su promesa y lo retornaría a su casa el Domingo? Sin embargo Alex no necesitó hacer uso de sus poderes mentales para entender las intenciones del chico. Rápidamente se puso a su lado y agarró su cintura con una mano, acercándolo a él, como si se tratase de su pareja, como si fuesen novios pues Liu fue incapaz de zafarse o al menos de intentarlo.

-Tranquilo chico, el Domingo estarás de nuevo en tu casita, sano y salvo- lo tranquilizó Alexander mientras caminaban bajo los árboles del parque, el chico temblaba un poco, de frío pues no iba muy abrigado y también por el miedo incesante que le advertía que ese ser era la muerte misma- pero no por ello dejarás de verme- advirtió notando el desagrado del humano ante esa realidad. Liu se sentía incómodo, aunque Alex parecía disfrutar de la inocente compañía del pequeño, el sentimiento no era mutuo, '' que bien... ya falta poco para poder volver a casa... al menos estaré algo tranquilo durante las horas de día... Aunque este en clase, allí me siento protegido de él, me siento distante, como si fuésemos de dos realidades distintas. Aún así estoy deseando acabar los estudios, unas semanas mas y acabaré la E.S.O espero que todo esto no interfiera en mis estudios'' pensó Liu caminando meditabundo, él no era un chico de calificaciones excelentes, ni si quiera era bueno o competente en la gran mayoría de las asignaturas, pero aún así sentía preocupación por acabar la educación secundaria obligatoria, aunque después había pensado en integrarse en el mundo laboral le asustaba la posibilidad de algo tan nuevo, tan cargado de responsabilidades, al fin y al cabo Liu era solo un crío.

-¿Quiere que vayamos allí?- preguntó Alexander al divisar una discoteca cuya entrada estaba plagada por chicos y chicas de la edad de Liu que ansiaban entrar allí. Pensó que tal vez a Liu le parecería buena idea, sinceramente Alex era un novato en eso de pasar un rato agradable con un humano, él se divertía a lo grande por las noches matando y torturando pero... ¿Cómo podía animar a Liu? Al ver la discoteca le pareció que el chico, a su edad, querría ir de fiesta.

+ Vale... a-aunque yo nunca he ido a una discoteca- confesó poniéndose rojo y recordando como en toda su vida no se había divertido tomando o bebiendo con sus amigos, claro que eso era porque no tenía amigos ¿Qué haría un marginado solo en una fiesta? Prefería quedarse en casa, viendo la tv o escuchando música, leyendo o incluso cocinando (o intentándolo pues lo único comestible que el pobre chico lograba hacer eran los bocadillos)

-No sé porque pero no me extraña en absoluto, eres tan inocente- comentó Alex presionando más la cadera del chico con su mano como diciendo ''no lo miréis, es mío, mis manos son las únicas que lo tocan, no penséis en este chico, es mío'' Liu miró al suelo decepcionado ¿acaso era malo ser inocente? El prefería estar solo a rodeado de malas compañías que lo incitaran a drogarse o a divertirse con vicios malsanos pero alguna que otra vez le habría gustado pertenecer a uno de esos grupos de amigos que hacen locuras, sentía que debía pertenecer a algún colectivo pero siempre estaba solo y ahora, viendo la compañía no-muerta que tenía, lo prefería, prefería estar solo.

+P-Pero hay mucha cola y soy menor, no creo que nos dejen entrar- advirtió el menor recibiendo como respuesta una carcajada por parte de Alex que lo desconcertó. Se sentía realmente incómodo notando la mano del otro en su cadera y a medida que se acercaban al tumulto de gente notó varias miradas sobre eso, lo cual lo incomodó más aun.

-Observa Liu, así es como se debe persuadir a alguien- dijo Alex divertido mientras empujaba con facilidad y superioridad a los mortales del tumulto. Tras pasar la gran masa de gente llegó hasta el inamovible portero, de músculos que solo estaban ahí como decoración, que no permitía la entrada a nadie.

-Perdona pero mi amiguito y yo querríamos pasar- dijo Alex notando la mirada reacia del portero que, sudando, escupió en el suelo y miró directo a los ojos de Alex.

-Pues te jodes, tengo órdenes de que no pase más gente ¿acaso te crees mejor que toda esta gente que espera entrar? ¡Fuera de mi vista!- espetó furioso tratando de contener a la multitud vociferante que arremetía contra las puertas del famoso local.

-Creo que deberías cuidar esa lengua- dijo Alex mostrando sus colmillos crecientes. La multitud ansiosa se apaciguó alejándose de Alex, formando un circulo vacio a su alrededor lleno de espectadores curiosos y de gente que ocasionalmente preguntaba '' ¿Qué? ¿Qué pasa? No veo nada'', estos eran mandados a callar de inmediato. Al guarda de gran tamaño se le hizo un nudo en la garganta y nerviosamente se estiró el cuello de la camisa mirando a la apaciguada multitud.

- per...perdón, no sabía que eras un va-vampiro- balbuceó con una mano en el bolsillo apretando aquella navaja que le hacía sentir seguro, aunque en esa ocasión no podría protegerle, con la otra mano abrió la puerta dejando paso a los chicos.

+Joder...- musitó Liu impresionado por el efecto aterrador de Alex sobre todos aquellos jóvenes.

-Con un par de colmillos se consigue respeto- explicó Alex adentrando al pequeño en el tugurio. Liu estaba algo absorto en el sinfín de luces colores que iluminaban el lugar, recorriendo las paredes ansiosas y rehuyendo a su mirada. La música sonaba alta y la gente bailaba pero el chico no acababa de sentirse a gusto ahí.

+Más que respeto yo diría que te tenían pánico- aclaró el menor sintiendo un extraño aroma algo desagradable, olía a alcohol y colonia barata, también a sudor y ¿marihuana? Realmente no le gustaba el ambiente del sitio pero era mejor que estar a solas con Alex.

Liu se sintió profundamente aliviado cuando Alex le soltó la cintura pero volvió a tensarse al notar que aún no ocultaba sus colmillos.

-¿No te gusta bailar? Ves a divertirte con los humano si quieres, te espero aquí- dijo Alex en la barra, sentándose en un taburete alto de color negro y rojo.

+ No sé bailar... ¿m-me puedo quedar aquí?- pidió sentándose en otro taburete al que apenas alcanzaba a sentarse a menos que se pusiese de puntillas. Alex asintió y tomó al pequeño del brazo haciendo que saliera del taburete donde estaba y cayera, con las piernas abiertas, sobre su regazo. Liu, temblando y sonrojado, trató de calmarse '' no puede hacerme nada, este sitio está lleno de personas, de testigos, no, aquí no me hará daño, tranquilo Liu, calma'' se decía a sí mismo en su mente tratando de controlar sus respiraciones.

-¿quieres tomar algo?- preguntó Alex acariciándole el pelo mientras el chico jugaba con sus manos.

+Bueno, yo no bebo- explicó viendo como los muchachos y muchachas de la barra se tambaleaban, ebrios, con los chupitos de Vodka en la mano. Un par de mujeres, pechugonas y no muy partidarias del uso del exceso de ropa, miraban a Alex mordiéndose los labios y hablando, demasiado fuerte, sobre las obscenidades que les gustaría que Alex les hiciera, pobres chicas inocentes, si ellas supieran...

-Por una cerveza no vas a volverte alcohólico- dijo Alex y, de inmediato una chica, también de amplio busto y con los ojos perfilados de azul y morado, trajo la bebida sin que el vampiro la tuviese que pedir.

- ¿Cuánto es?-preguntó Alex dispuesto a sacar la cartera mientras Liu trataba, a toda costa, que en la posición que estaba su trasero no rozase la entrepierna de Alex, sabía que se excitaba con mucha facilidad, sobre todo si se trataba de Liu.

-Gratis para ti...- musitó la chica sin poder apartar la vista de los imponentes colmillos ¿Quién tendría valor como para cobrarle a un vampiro en tiempos de precios altos? Alex sonrió a la chica mostrando sus colmillos imponentes y esta fue corriendo a cambiar el turno con su compañera.

+Puaj...- dijo Liu al probar el primer sorbo del líquido burbujeante y amarillo de aspecto espumoso- No sé cómo la gente puede beber cerveza- dijo dando otro trago de manera inconsciente, aunque estuviese mala al gusto de Liu esa bebida le refrescaba.

-Tranquilo, a mí también me desagrada- bromeó Alex entrelazando los  dedos de sus manos tras la espalda de Liu. El chico estaba con las piernas abiertas en su regazo y el vampiro lo atraía hasta él rodeando su espalda. Liu rió la broma sinceramente y se acomodó sobre las piernas de Alex, se sentía a gusto mientras el vampiro no tratase de hacerle nada. 


Comentarios