Mörblut

 +Dave...- dijo Liu preocupado, pero una mirada alegre y casi tranquilizadora hizo que el chico se sintiese seguro de que su amigo no cometería ninguna estupidez, en cambio Alex sí que podría hacer algo de lo que se arrepintiese y no pensaba permitirlo- No le hagas daño, por favor- pidió el chico con los ojos cristalosos y la mirada más dulce que pudo haberle dedicado a Alex, quien le dedicó una mirada de fastidio dándole a entender que cumpliría aquel pedido a regañadientes.

Liu salió del local, esperaría fuera aunque no sabía bien cuanto tiempo podría estar allí sin saber de su amigo, temía tanto que Alex matase a Dave.

- ¿Qué es lo que quieres?- preguntó el vampiro acercándose demasiado al humano, no le agrediría sin provocación previa pero claramente debía intimidarlo, debía marcar su posición de macho alfa.

-Mira, Liu es un buen chico, el mejor que he conocido nunca y además es un buen amigo- explicó el muchacho dando unos pasos atrás para evitar la cercanía con Alex, su voz temblaba así que el vampiro decidió que el chico estaba ya suficientemente asustado- y tu le jodiste por completo, tu no estabas cuando tenía que abrazarlo mientras dormía porque pensaba que vendrías a apoderarte de él. De verdad, no tienes ni idea del daño que le has hecho- Alex solo se calló, realmente sí que tenía idea del dolor y miedo que el pequeño había soportado por su culpa, y el ser consciente de lo que había causado en el humano era lo que despertaba su tan dormida culpa y lo que le hacía pensar que realmente ese pequeño se merecía algo mejor, a alguien mejor- Pero si has vuelto y dices que serás bueno, por Dios cumple lo que dices... Liu me ha contado que ayer se divirtió mucho contigo, por favor, se siempre así con él y no vuelvas a hacerle daño porque no te lo permitiré, si le haces llorar una sola vez aunque sea... no sé cómo lo haré pero juro que jamás lo volverás a ver- dijo Dave tratando no ser amenazante sino de decir todo lo que creía, pero fue muy tarde cuando se dio cuenta de que había sonado demasiado provocativo, demasiado hostil. Alex ya comenzaba a acercarse a él y el pobre chico, que ahora estaba comenzando a asustarse demasiado pero trataba de mantener la compostura, cerró los ojos con fuerza.

-Tienes razón- escuchó inesperadamente de los labios de Alex cuando este le puso la mano en el hombro, el vampiro desapareció dejando el eco de esas palabras tristes que hicieron que Dave sintiera compasión por el inmortal.

Alex salió en busca de su pequeña presa que cada vez se abría más a él, pero no lo vio y su olor se percibía distante. Alex montó en cólera creyendo que el chico había tratado, inútilmente, de huir, así que siguió el dulce aroma de su humano a una velocidad que le hizo parecer un destello en movimiento. No pensaba en agredir al chico ni abusar de él pues aún su enfado comprendió que no debía pagarlo con el chico, que él simplemente lo había pasado mal por su culpa y un comportamiento así era impulsivo, sí, pero normal en alguien con los duros recuerdos de Liu. Aún todo eso Alex castigaría al chiquillo, no le haría nada realmente pero un susto sería el escarmiento suficiente para esa pequeña fierecilla que debía domar.

Avanzó por una solitaria calle y allí lo encontró, parecía que el chico había ido a comprar una botellita de agua para aclarar su garganta mientras Alex no estaba presente, pero lo que molestó a Alex fue verlo hablando con un gran tipo, fuerte y sonriente. '' ¿Pero qué hijo de puta se atreve a hablar con MI Liu? lo voy a matar, no pienso tolerar esto, Liu te voy a... ¡No! Calma Alex, calma... no pienso hacerle daño a mi pequeño, pero a ese tipo me lo pienso merendar'' Pensó observando a la pareja des de lejos, y entonces se percató de que en esa calle solo olía a Liu ¿Por qué aquel tipo no desprendía olor a sangre? No tuvo que recapacitar mucho para advertir que aquel hombre era un vampiro y no pensaba dejar que otro de los de su especie cayese en los encantos del mundano y tratase de poseerlo.

Aquel hombre era alto, quizás un centímetro más que Alex, y musculoso, muy musculoso. Tenía el pelo de color azabache y era corto, sus carnosos labios se mostraban risueños y sus ojos eran oscuros, casi parecían negros como los de Aidan, sus facciones eran marcadas y masculinas. Vestía unos jeans rotos, una camisa de manga corta y tonos grisáceos y una chaqueta de cuero que le hacía tener el aspecto del típico chico malo.

+P-Por favor... Vete, de verdad no quiero problemas- decía Liu suplicando en su mente para que Alex le rescatase como a una maldita damisela en apuros. Aquel vampiro de delante de él le hacía morir de miedo, él no sería bueno y gentil como el Alex que ahora conocía, no, más bien ese inmortal le recordó al Alex que abusaba de él.

-Oh, pero todavía tenemos mucho tiempo pequeñín- dijo el vampiro sonriendo cínicamente y viendo como aquel humano que tanto se le antojaba comenzaba a temblar- ¿Qué tal si te estás quitecito?- posó una mano en el hombro de chico y con la otra lo tomó del pelo, jalándolo y haciendo que su cabeza quedase ladeada, con su exquisito cuello expuesto- esto te enseñará a no ir de noche solito y siendo tan apetecible- cuando los colmillos de aquel ser crecieron en su máximo exponente y este abrió la boca para mostrarlos y dar paso al mordisco, el vampiro fue tomado con fuerza por una mano que se apoderó de su cuello y lo lanzó al suelo sin miramientos. El vampiro se levantó de nuevo, a una velocidad que hizo pensar a Liu que ni había tocado el suelo. Alex encaró a quien trataba de comerse a su Liu y cruzó los brazos mientras hacía crecer sus colmillos a un tamaño que el otro no podía superar.

-No está solo, imbécil- explicó el que parecía más fuerte con un tono condescendiente y tratando de hacer una mueca de enfado lo más aterradora posible, y lo consiguió- No quiero que trozos de mierda como tú toquen a mi humano- y sintió de pronto unas manitas aferradas a su espalda, giró su rostro para encontrarse una imagen que le hizo suavizar su expresión: Liu se ocultaba tras sus anchas espaldas aferrándose con sus manos a la ropa del vampiro mientras temblaba y se acurrucaba contra la gran y tonificada espalda.

-¿Pero qué mierda haces?-preguntó el otro vampiro, cuyo poder y fuerza podrían compararse con las de Alex- ¿Defiendes a un humano ante alguien de tu propia especie? Vampiros como tu son los que me avergüenzan- refunfuñó cruzándose de brazos.

-¿Por qué no te metes en tus asuntos?- preguntó con ironía Alex antes de saltar contra el otro inmortal, quien logró pararlo de un puñetazo justo en el tonificado abdomen del predador- Mierda...- dijo tras golpeado después de tantos años siendo él quien alzaba el puño contra los otros.

Alex se recompuso y su puño se dirigió demasiado rápido a la mandíbula sonriente del otro, quien recibió el golpe sin esperárselo. Unas gotas de sangre y un par de dientes cayeron sobre el asfalto mientras el vampiro abatido ya había logrado curarse de eso.

Liu retrocedió unos pasos dejando el campo de batalla libre para el enfrentamiento de esos dos, y pensó en huir pero el ver como ahora Alex rugía de rabia al recibir una patada que dislocó su brazo haciendo sonar un fuerte crujido le hizo quedarse, no quería dejar solo al vampiro.

Con otro crujido seco Liu supo que Alex acaba de colocarse el brazo de nuevo y ahora miraba con odio a su contrincante, quien tampoco estaba en la mejor condición: Alex acababa de aplastarle el cráneo contra el suelo de un pisotón, haciendo que con un ruido viscoso todos sus sesos quedasen esparcidos por la acera y ahora ese mismo vampiro estaba plantándole cara a Alex mientras su cráneo se regeneraba lentamente, dejando a la vista un montón de palpitantes vísceras.

''Es fuerte, pero yo más'' pensaron los dos vampiros a la vez y, en cierto modo, los dos tenían razón. En el mundo quizás había unos diez u once vampiros que superasen o igualasen la fuerza de Alex y por caprichos del destino ahora se veía en un combate sanguinario contra uno de ellos.

-Cuando acabe contigo no te voy a matar- dijo en un tono ronco el contrincante de Alex- sino que me voy a llevar a tu humano y lo usaré bien para que vuelvas al camino correcto, es una lástima que un vampiro con tu fuerza se malgaste con ''eso''- dijo algo asqueado señalando hasta donde el pequeño y tembloroso humano reposaba.

-Como le toques un solo pelo te va a faltar el aire para gritar, hijo de perra- advirtió sin dejar de sonar amenazante, pero sin poder disimular su preocupación pues ese vampiro era tan poderoso como él y además estaba bien alimentado, a diferencia de Alex, quien hacia unas noches que no comía por pasarlas junto a Liu.

Aquel sujeto se acercó de nuevo a Alex a una velocidad que apenas percibió y, tomándolo por la espalda y empujándolo hacia abajo, le asestó un rodillazo en el pecho, sintiendo como la piernas se hundía en el abdomen bajo e l crujido de las costillas. Alex trató de contraatacar dirigiendo su mano a la garganta de su agresor, y clavando sus uñas en ella logró arrancar un cacho de carne, seguramente el hombre gritó pues el dolor de que arranquen medio cuello no es poco.

Ambos comenzaban a curarse y a ese ritmo Alex conseguiría ganar, pero el otro tubo una idea mejor ¿Por qué usar la fuerza cuando el ingenio es mejor? Tenía un plan y para ello solo tenía que distraer a Alex. Y así lo hizo, con algo tan sencillo como lanzar una barra metálica contra Liu, quien cerró los ojos y al instante fue protegido por Alex.

-¿Estás bien?- preguntó el vampiro, pero algo lo hizo callarse, justo cuando iba a girarse para seguir con la pelea notó los dedos del otro vampiro hundirse en sus cuencas empujando sus ojos hacia dentro. Gritó a la vez que tomó la mano de aquel ser y la arrancó de cuajo, sintiendo como este gritaba mientras salía un reguero de sangre de su extremidad semicurada.

Alex estaba cegado y solo tardaría unos segundos en curarse, pero ese fue el tiempo suficiente para que el vampiro cargara a Liu y se lo llevara.

+ ¡Alex!- gritó el muchacho llegando ya a la casa de aquel vampiro.

-Cierra el pico- le dijo con odio y mirándolo con superioridad. Liu cerró los ojos al entrar en el lugar, no quería mirar el destino que le amparaba, pero aún así no pudo evitar ver cómo era aquel lugar, parecía una cámara de tortura inmensa y al final del gran salón había una especie de trono, que estaba elevado del suelo por varios escalones, seguramente el vampiro debía sentarse ahí. En el material que componía ese gran trono, digno del reí de un imperio de sangre, se podía leer una inscripción ''Mörblut'', ese era su nombre (Nota de la autora: el nombre no existe en verdad, solo he juntado las palabras Asesino y Sangre del alemán que serían Mörder y Blut y juntas forman un sonido similar a la frase en inglés ''more blood'' que querría decir ''más sangre'').


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