Otro inquilino

 +para…- dijo Liu con la cara toda roja y las lágrimas rebosando en los ojos.

-Pero si no estoy haciendo nada- dijo Alex acercándose más, era consciente de la inmovilidad del chico, le hizo verdaderamente mucho daño pero aquello solo logró excitar al vampiro.

+ e-estas demasiado cerca…- dijo Liu mirando al suelo y cogiendo con fuerza uno de los cojines apretándolo con fuerza contras su pecho cerró sus ojos llorosos y esperó a que todo pasase. Alexander destruyó la mínima distancia ente los dos y besó gentilmente la boca cerrada a cal y canto del humano, se depositó sobre sus labios succionándolos y humedeciéndolos mientras su lengua trataba de entrar en la boca ajena inútilmente pues no quería forzarlo.

-Creo que con eso ya has tenido suficiente esta noche- Alex se incorporó porque notaba que para Liu todo aquello era demasiado, peor que si lo hacía en su casa pues este era un lugar nuevo para el pequeño y solo le causaba inseguridad.

+A-Alex…- Liu cogió con fuerza la manga de la camisa del nombrado y sin soltarlo lo miró a los ojos con tanta angustia y miedo que el vampiro se estremeció- ¿puedes darme algo para el dolor?- acto seguido a la pregunta Liu cerró los ojos temiendo una agresión pero solo recibió una dulce caricia sobre su alborotado pelo, por algún motivo eso lo reconfortó, parecía que aquella horrible bestia iba a alejarse de él por unos segundos. Liu respiró tranquilo pero unos tempranos pasos le hicieron dar un bote. De repente apareció ante sus narices un vampiro de colmillos lustrosos y mirada negra, bueno era marrón oscuro pero apenas se apreciaba el color, de una altura considerable (1’83 m) y de pelo negro, liso que caía por sus hombros hasta su pecho trabajado. Era de facciones marcadas y fuertes músculos; Liu se estremeció cuando se lamió los gruesos labios al mirarle arqueando sus perfiladas cejas.

-hmmm…¿tú eres la cena?- preguntó aquel desconocido mirándolo con curiosidas- hules de puta madre…- gimoteó acercándose al pequeño , inclinándose para alcanzarlo mejor y finalmente rozando con su nariz el cuello frágil de Liu. El chico gritó al ver a ese individuo tan cerca.

+ y-yo soy un amigo… un amigo de Alex…- dijo sin entender muy bien que pasaba ¿Quién era ese? ¿Qué hacía ahí? ¿Abusaría de él también?

Sin previo aviso Alex apareció en la habitación caminando hacia el sujeto con total calma.

-Ese es solo mío Aidan, ves tú cazar a otro si tienes hambre- Dijo mirando a su conocido  mientras le entregaba a Liu un bote de pastillas para el dolor.

-¿Qué ha pasado con eso de compartir las presas? Siempre lo hacemos- refunfuñó molesto Aidan mientras se cruzaba de brazos.

-Él no es una presa normal, se quedará aquí unos días y no quiero que le toques un pelo- advirtió sin ser realmente amenazante pues estaba usando un tono amigable. Acto seguido cogió a Liu en brazos mientras este se tragaba la pastilla y lo llevó a una mesa redonda y alargada enorme, lo sentó ante un montón de platos de comida y un alijo impresionante de copas llenas de vino- come lo que quieras Liu, total, a mi esos alimentos me asquean- dijo mirando de reojo a Aidan pues este los había seguido.

+ v-vale… ¿entonces no me harás nada esta… esta semana?- preguntó Liu algo contento pero notoriamente asustado, sus manos temblaban mientras sostenía los refinados cubierto de plata.

-No- respondió Alexander secamente- ¿Qué es lo que miras Aidan?- preguntó al ver como el otro vampiro no alejaba ni un segundo sus ojos lujuriosos del pequeño que era suyo y solo él podía tomar.

-Entonces él debe de ser el Liu ese del que hablaste- dijo señalándolo con el dedo- Joder no pensé que sería tan… no sé, tan bonito y… y con ese olor tan delicioso que tiene su sangre- dijo mirándolo ahora de una manera incómodamente sensual que asustó al muchacho. Realmente Liu tenía miedo de Aidan pero este no era ni una millonésima parte de lo que temía a Alex.

-Cuidado con lo que dices… y haces- recalcó Alex sin romper el tono amistoso pero rozando la amenaza- ¿saldrás a cazar esta noche?- Aidan asintió mirando curiosamente como el chico hambriento comía lentamente, mirando de reojo a Alex para asegurarse de que no pretendía hacerle nada- pues tráeme algo de comer- pidió Alex lamiendo sus colmillos felinos, capaces de desgarrar, arrancar, morder, triturar y perforar.

-¿Qué pasa? ¿Que acaso ese humano no tiene sangre en las venas?- preguntó sarcástica señalando a Liu, este se sobresalto por el tema de conversación- muérdelo a él- aconsejó antes de irse.

-Será…- dijo Alex molesto, no pensaba morder a Liu esa noche y encima Aidan se había marchado para volver sin una presa para él.

+ ¡N-No me muerdas! – Saltó Liu levantándose de la silla, al hacer un giro brusco para acabar de cara con Alex tiró accidentalmente los cubiertos al suelo, por suerte el plato (ya vacio) no cayó con estos. Liu hizo un gesto de dolor pues se encontraba de pie, se apoyó en el borde de la mesa aferrándose al mantel y mirando con horror  a Alex. Este se acercó al chico y colocó sus manos alrededor de su cara sujetándola para tenerlo a mayor alcance.

-No temas, no tengo hambre- mintió para tranquilizarlo mientras sostenía aún entre sus manos la cara de él. Se acercó rápidamente para dar un beso inesperado en los labios de Liu, este se quedó atónito pero agradeció que el vampiro no se hubiese entretenido a jugar con su boca esta vez, solo había juntado sus labios en un pequeño arrebato y los había separado con rapidez. Alexander vio como Liu apenas era capaz de mantenerse de pie y decidió tomarlo por sorpresa cargándolo ágilmente como si Liu fuese un saco de patatas, este solo se dejó hacer. Cargado sobre los hombros del vampiro dominante Liu fue encaminado escaleras arriba y tras recorrer un pasillo que le pareció quilométrico Alex abrió una de las puertas del lugar, entrando en una habitación un tanto extraña. Había una enorme cama victoriana de sábanas rojas egipcias, cubierta por una estructura de madera oscura que desplegaba unas cortinas semitransparentes. Allí podían haber dormido hasta tres personas, parecía una cama de la realeza en unos siglos pasados. Después había una gran mesa trasparente sobre la cual se encontraba un portátil caro y un ordenador de torre de aspecto bastante potente, delante de la mesa habían dos sillas giratorias de ordenador, las típicas de esta época. Un armario de puertas negras albergaba la gran colección de ropa gótica, heavy, punk… de Alex (Liu lo vio pues las puertas del armario estaban semi abiertas). Había una enorme estantería que era llenada de nuevo por libros y una lámpara de lava reposaba sobre una cómoda al lado de la cama, el techo de la habitación era un tanto curioso pues era un espejo, por eso Liu creyó que era una lástima tener una cama tapada: así no se podría mirar al cristalino e impecable techo mientras se reposaba sobre el lecho. Había, por último, una puerta más pequeña que conducía a un baño sencillo y cabía destacar que las paredes estaban en algunas partes forradas con posters; Liu identificó uno donde salía Chris Motionless  y otro de la película the box en el que se veía una imagen bastante retocada de una mujer sosteniendo una caja extraña. Alex aventó a Liu sobre la cama y este se quedó descansando unos segundos sobre el mullido colchón, era tan cómodo como estar sobre una nube.

- Esta es mi habitación – Dijo Alex sentándose en una de las sillas mientras encendía el ordenador.


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