-Unos minutos y se desangrará- dijo Alex caminando hasta Mörblut y sacudiéndose las manos- prefiero dejarlos morir así, la sangre esta mas buena si bebes cuando está vivo- Mörblut le sonrió y bajó de su trono, sus colmillos sobresalían puesto que ese maravillosos espectáculo lo había sobre excitado.
-Sabía que podrías hacerlo, tú no eres uno de esos vampiros mundanos, tu eres de los de verdad, de los míos- habló mientras se dirigía hasta su nuevo compañero, apartando con sus pies el inmóvil cuerpo de Liu del suelo.
-Y los vampiros nos tenemos que apoyar entre nosotros, nunca a los humanos- sonrió Alex, quizás estaba actuando demasiado bien, tal vez en el fondo de su ser, muy en el fondo, había una parte de él que creía en eso que estaba diciendo, pero era mucho más real esa parte de él que se estaba desesperando por ver al pobre Liu yacer en el suelo, con su pulso descendiendo a gran velocidad- ¿verdad, amigo?- le extendió la mano y Mörblut no dudo ni un segundo en estrechársela con énfasis, pactando así la paz, la nueva amistad. El paso más importante del plan de Alex ya estaba dado, la confianza, el contacto físico sin agresión.
Y como si de un milagro de tratase Mörblut colocó su brazo derecho sobre los hombros de Alex, como si se tratasen de dos compañero que salen de fiesta a beber, ya casi estaba hecho, solo necesitaba esperar un poco más.
-¿Qué te parece si salimos a celebrar esta noche tan gloriosa?- pregunto con demasiada magnificencia Mörblut mientras movía un poco el brazo que tenía sobre los hombros de Alex, meneándolo un poco como si realmente fuese su colega, había caído en la trampa.
Un instante, un rápido movimiento, ágil y limpio, por parte de Alex y este ya había conseguido su propósito. De un momento a otro el brazo fuerte y musculoso de Alex había tomado por la espalda a Mörblut y des de allí le había atravesado la carne, partiendo el omóplato y llegando al corazón, aplastándolo en su puño y, sin pausas, sacando el brazo por el pecho de Mörblut y haciendo que varias costillas sobresaliesen del agujero. Había sido fácil, pero muy arriesgado.
Sin tiempo a reaccionar Mörblut notó como el brazo que le atravesaba salía de él y vio la imagen de su propia muerte, Alex hincaba sus colmillos en ese corazón que juraría que nunca existió. Unos segundos fue lo que necesitó para dejarlo seco, Mörblut se acababa de dar cuenta de lo que pasaba, pero mientras su expresión se convertía en puro odio su cuerpo se transformaba en cenizas, que Alex sopló para que volaran lejos de ahí, esparciéndose sin destino ni final, condenadas eternamente a volar sobre un mundo que no pueden cambiar.
Le habría gustado matar a ese hijo de perra de otra forma, más lenta, cruel y dolorosa, para vengarse, para hacerle sufrir por haber herido a Liu, para enseñarle quien mandaba, para dejarle claro lo mucho que necesitaba a Liu. Pero es no era una venganza, eso era una manera de salvar a Liu y si quería salvarlo debía actuar rápido, por muchas oportunidades de venganza que hubiese perdido. Corrió rápido hacia el humano, estaba desangrándose demasiado y su sangre curativa ya no le salvaría la vida si trataba de curarlo, pero en eso consistía el plan, no lo curaría simplemente, sino que lo vincularía. Para vincular un vampiro debe beber toda la sangre del mortal y este la mitad de la del vampiro y a juzgar por el aspecto de Liu no debían quedarle más de dos gotas de sangre en cuerpo así que era el momento de actuar de Alex.
Se abrió el brazo y tomó al chico entre sus brazos, le sostuvo la boca y la cabeza mientras presionaba su herida contra la boquita de Liu, alzándole el rostro para que la sangre de deslizase a la perfección por su garganta sin que se ahogase. Estando inconsciente no fue difícil hacer aquello y Liu tomó la sangre necesaria, ahora solo se podían esperar 24 horas para ver los resultados de aquello.
Alex tomó al pequeño, con más cuidado del que nunca había tenido y lo miró nervioso ¿y si no funcionaba? ¿y si moría? Técnicamente le había dado su sangre a tiempo como para convertirlo, pero nunca se sabía lo que podía llegar pasar.
Dave se paseaba nervioso por el salón, sus pies no paraban quietos, correteando de un lado para otro mientras se mordía las uñas ansioso, hiperventilaba y revisaba su móvil cada cinco minutos, esperando recibir noticias de Alex, de Liu. Tomó una pequeña bolita anti estrés en su mano y la apretó, clavando las uñas, la botó como si estuviese jugando a básquet mientras seguía dando vueltas sin sentido por la casa. Cada segundo se prolongaba, dándola a conocer la más agónica espera.
Sintió la puerta abrirse y dirigió su rápida mirada al lugar para encontrarse con Alex, quien con una mirada algo abatida llevaba a Liu entre sus brazos, el pequeño ya tenía sus heridas totalmente curadas.
Apenas intercambiaron palabras, Dave simplemente arropó Liu sobre la cama y le tomó la temperatura, cada vez recuperaba más rápido su calidez natural. Su cuerpo dejó de estar tan enfermizamente delgado, volvió a su peso habitual, a su preciosa delgadez ligeramente musculada. Su pálida piel, similar a la de Alex, comenzó a sonrosarse. Parecía que estaba en perfectas condiciones.
Entre Alex y Dave consiguieron que el chico luciera aún más sano. Lo lavaron de arriba abajo, o más bien lo hizo Alex mientras Dave esperaba indignado tras la puerta. Le pusieron un pijama calentito y cómodo recién lavado y lo acomodaron de nuevo en la cama. Alex escuchó su pulso, ya era normal. Llevaban todo el día cuidando como esclavos de ese pequeñín y a la llegada de la noche simplemente hubo silencio mientras Alex abrazaba al chiquillo inconsciente y Dave los miraba des de la silla, esperando el despertar de Liu.
Hasta la media noche no sucedió nada, pero cuando esta llegó Liu comenzó a revolverse notando el cuerpo de Alex abrazado con fuerza al suyo. Dave miró al chico como si estuviese contemplando algo maravilloso, el surgimiento de vida de donde no la había, parecía un padre contemplar el nacimiento de su primer hijo.
+¿A-Alex?- Alex sonrió y sus ojos se iluminaron al ver al pequeño mirarlo con ojos cansado de párpados caídos y abrazarse más a su cuerpo, acurrucándose y escondiendo su cabeza en el pecho del otro. Dave recibió una mirada de súplica por parte de Alex y comprendió el mensaje al instante. Abrió la puerta y se fue al salón de nuevo, dejándoles a esos dos la intimidad de su habitación- ¿q-que a... que ha pasado?- preguntó el muchachito inseguro y recordando que el causante de su supuesta muerte había sido Alex, al venirle aquello a la mente toda su piel se erizó.
-Maté a Mörblut y para ello me tenía que ganar su confianza, así que te mordí y... puede que no te guste esto, pero la única forma de evitar tu muerte fue vinculándote- el chico se quedó patidifuso, por suerte Liu ya lo conocía todo sobre la vinculación en un libro que leyó (capitulo 11àinformarse nunca está de más) y las explicaciones le sobraban en ese momento así que su cara de incredulidad lo dijo todo, no estaba disgustado realmente, pero simplemente no se esperaba aquello
-Si me odias lo entenderé, todo ha sido culpa mía y si quieres que desaparezca de tu vida lo haré, ahora puedes vivir para siempre, más o menos, así que puedes empezar de nuevo, olvidarte de mi si eso lo que quieres-Abrazó con más fuerza a su pequeño, sintiendo su pecho doler como si sus costillas estuviesen clavándose en su corazón, perforando sus órganos de tal manera que se creaba una herida que él no podía curar, una herida que no era física. Lo atrapó con algo más de fuerza de la necesaria, pero realmente sí que necesitaba abrazarlo con tanta fuerza porque después de lo que acababa de decir supo que quizás no volvería a tocar a Liu nunca.
+No tienes porque irte... yo te di una segunda oportunidad y tú no has hecho nada malo des de entonces- musitó el chico con un hilillo de voz, esa vocecilla que aún inocente y asustadiza parecía confiar más en Alex, ahora era Liu quien se abrazaba con fuerza-te has portado muy bien conmigo y has sido tan agradable que por la noche deseaba que vinieses a recogerme, aunque me d-dieses un poco de miedo; Además, podrías haber dejado que Mörblut me matase, si yo no te importase no te habrías arriesgado así- Solamente dejó que su rostro se calentara, comenzando a sonrojarse por lo que acababa de decir, se sentía inseguro y asustado, pero la extraña sensación de protección y calidez que le daba Alex era indescriptible ¿Había logrado convertir a un sádico asesino en un dulce amante? Puede que solo hubiese conseguido que Alex se comportase como todo un caballero delante suyo, pero era algo que nadie más en el mundo podría haber logrado.
-Entonces, Liu, prometo que no te vas a arrepentir de seguir dándome esta oportunidad, ni de haber sido vinculado, te juro que no volverás a odiarme- dijo sin poder prometerle que nunca le tendría miedo, eso sería difícil, por no decir imposible, y además se sumaba el inconveniente de que Liu era un chiquillo miedoso- ¿Te dolió mucho? Te mordí muy fuerte- dijo recordando ese hermoso momento en que sus colmillos se habían hincado en la carne tierna de Liu, si bien su conciencia lo controló, realmente su parte salvaje lo habría matado gustosamente, pero de eso se trataba todo en torno a Liu, de controlar a la bestia.
+Sí... p-pero apenas me acuerdo- De repente algo cambió en su mirada, parecía implorante, parecía que quisiese decir algo, pero que una fuerza mayor le impidiese hablar- A-A-Alex... te..¿Te puedo pedir una...una cosa?-Alex asintió y Liu lo miró con nerviosismo, parecía un muchachito tímido declarándose a su popular compañero de clase- Bueno, da-da igual...- se entristeció, era incapaz de decirlo.
-¿De verdad te voy a tener que leer la mente?- preguntó Alex burlón viendo como el chico ponía sus manos sobre su cabeza, ese acto se le antojo tan inocente e infantil que le hizo reír ''Como aquel día, en sitio del acantilado, me encantaría uno como los de ese día, un beso como esos. No me obligaba ni me sentía asustado, me gustó tanto, besa tan bien... ojalá yo supiera besar así, seguro que Alex cree que beso mal...'' esos pensamientos de inseguridad e ingenuidad del chico enloquecieron de ternura a Alex- Pero mira que eres tonto...- dijo Alex negando con la cabeza mientras una sonrisa ladeada se dibujaba con sus labios a lo ancho de su rostro. Liu lo miró con decepción, quizás se había tomado el insulto enserio- Si quieres un beso solo pídelo-Alex se cruzó de brazos y sonrió maliciosamente- eso mismo, hasta que no lo pidas en condiciones no voy a besarte-tomó la carita incrédula del chico y le frunció las mejillas.
+ ¿Me das uno?- pidió el chico en un susurro mientras bajaba la mirada, apenas se le había oído, pero Alex captó a la perfección las palabras de Liu, quien esperaba inquieto ser besado por Alex.
- ¿Un qué?- dijo Alex burlón acomodándose en la cama y separándose un poco de Liu con una sonrisilla irónica, lo molestaría un poco más, ahora parecía que más o menos podían bromear juntos- Pídelo bien- dijo sonriendo, cosa que causó una mueca de curiosidad en el chico.
Comentarios
Publicar un comentario
Comenta: