Por la boca muere el pez

 -No te niegues a ayudarme porque si sigo perdiendo el tiempo podría darme más hambre y tu eres el humano que más cerca tengo-Susurró en su oído para convertir sus brazos en una prisión para el chico que ahora se revolvía, notando como los músculos del otro lo aprisionaban y como su boca de prominentes colmillos probaba la erizada piel de su cuello sin aún herirlo Liu solo pudo llorar. Alex liberó a Liu del abrazo pues aunque amaba asustarlo sabía que el límite del pobre humano estaba siendo burlado. Liu solo hizo caso a sus impulsos y salió corriendo, cuando llevaba solo unos minutos con sus piernas moviéndose a gran velocidad chocó con algo, o más bien con alguien. Alzó la vista esperando ver a Alex cabreado y dispuesto a hacerle de todo pero allí de pie no había nadie, solo estaba en el suelo él junto a un chico humano que había caído a causa del golpe. Era un muchacho joven, apenas tendría 14 años, puede que solo tuviese 13. El pelo lo llevaba por los hombros, de color negro azabache que resaltaba con su piel y sus ojos azules grandes y angelicales.

+Lo siento- dijo Liu con el pulso a mil y ayudando al preadolescente a levantarse del suelo- ¿estás bien?- preguntó sacudiéndose la ropa y mirando de un lado a otro en busca de Alex.

-Humm... Sí, menudo golpe...- comentó el pequeño aturdido- Perdón pero ¿sabes dónde puedo encontrar un hotel? Es que mi estúpido padrastro me ha echado de casa...-bufó incómodo por haber dicho eso frente a un desconocido.

+Es que tengo muy mala orientación...- Se disculpó Liu- Lo siento, tengo mucha prisa- dijo dispuesto a marcharse en una huida desesperada de Alex.

-Al final me has ayudado a encontrar algo que comer- dijo Alex ahora apareciendo tras el menor de todos. Mientras mostraba sus colmillos el niño palideció.

+!A-Alex! Es solo un crío...-replicó Liu mirando como el pobre chico de 13 años era levantado del suelo como si no tuviera peso por una mano que rodeaba su cuello. El chico indefenso solo jadeaba tratando de librarse de la mano que tenía al cuello mientras movía frenéticamente sus pies buscando el tan ansiado contacto con el suelo.

-Parece bastante sabroso- hizo burla el vampiro mientras su víctima se ahogaba por una falta de aire más que evidente- ¿debería comerlo ahora o juego antes con él?- Liu solo lo miró con asombro, el chaval apenas se movía y Alex se relamía de placer ante la situación.

+ ¡D-Dejaré que me muerdas a mí pero no le mates!- Gritó Liu a todo pulmón pensando solo en salvar al más débil ¿Por qué diantres había dicho eso? ¿ y qué más le daba que muriera el niño si él seguía intacto? Liu se arrepintió tanto de haber pronunciado esas palabras que empezó a llorar mientras miraba a Alex a los ojos como si le estuviese gritando ''¡No! ¡No!'' con la mirada. Alex soltó al chaval y este cayó de bruces en el suelo, lo tomó violentamente del pelo echando su cabeza hacia atrás.

-Niño ahora te voy a morder, pero no voy a dejarte seco así que mas te vale llamar a una ambulancia antes de perder el sentido- el chico no se estaba enterando de nada, todo pasaba demasiado deprisa y él era demasiado joven, se arrepintió del momento en el que desobedeció la orden que le dio su madre ''no hables nunca con extraños'' las palabras resonaron en su mente antes de sentir el dolo más agudo y cegador que jamás había sentido, 30 dientes irrompibles y dos afilado colmillos clavados, penetrando de manera antinatural en su cuello. Rezó en su mente para que el dolor se fuese y solo consiguió que lo hiciese su noción del tiempo, le parecieron años mientras para Alex solo fueron unos segundos de placer. Liu contemplaba la escena sin saber que pasaría, sin saber qué hacer.

Alex se despegó de cuello del mortal dejando su pulso débil y sus ojos mirando impotentes de un lado para otro. Liu notó como su pecho dolía de nuevo al ser cargado rápidamente en los hombros del vampiro. Antes de que pudiera percatarse ya se hallaban en la casa, la puerta se abría ante sus llorosos ojos y fue lanzado al sofá des de la entrada, solo cuando cayó fue capaz de reaccionar cubriendo todo su cuerpo '' ¿Qué he hecho? Mierda, ahora me morderá ¿Por qué he dicho semejante estupidez? No quiero que me muerda... no por Dios, soy idiota... me va a morder, se esta acercando y sus colmillos están enormes, no para de sonreír de esa manera pervertida que me da tanto miedo, me va a morder, lo va hacer ya casi lo tengo encima pero me da miedo moverme, me da tanto miedo él...'' pensó Liu al darse cuenta de que pagaría por su groso error, si no hubiese hablado, si no hubiese abierto la boca ahora estaría salvado pero había dicho, impulsivamente, algo que firmó su sentencia de muerte.

-El niño está vivo- afirmó Alex abalanzándose sobre Liu. Colocó sus piernas sobre las del chico para que no pudiera levantarse y huir, tras eso empujó su cuerpo para que cayera chocando la espalda contra la superficie del sofá- es hora de cumplir tu parte del trato- dijo con una sonrisa burlona. Tener al pequeño Liu bajo él revolviéndose y totalmente a su merced lo enloquecía, era simplemente suyo.

+ ¡E-Espera!- chilló el humano indefenso- fue una tontería... ni sé porque lo dije ¡no me hagas daño! A-Alex tu dijiste que esta semana no me harías nada...- jadeó el chico sintiendo unos labios gruesos sobre su cuello.

-Así que la tierna oveja tiene miedo de ser engullida por el lobo feroz ¿no?-preguntó burlón, de nuevo se reía de él a solo unos milímetros de fina piel de su deliciosa yugular.

+ ¡S-Sí tengo miedo!- confesó el chico tratando de empujar a Alex, tratando de distraer su atención arañándole la espalda- yo no quería decir eso... mata a ese chico si quieres pero no me muerdas, ¡no!- Liu solo cerró los ojos aferrándose con toda su fuerza a la camisa de Alex, retorciendo la tela entre sus dedos.

-Te voy a morder pequeño Liu...- susurró tenebrosamente en su oído viendo como toda la piel del chico se erizaba y su cuerpo comenzaba a temblar. Las lágrimas fluían saladas como la sangre por el rostro de Liu- ... pero no hoy, no ahora- concluyó Alex dando un beso tierno en el cuello del chico, como para marcar que era suyo, que solo él lo besaría, que solo él lo destrozaría a mordiscos.

Liu solo podía sollozar mientras Alex salía de encima suyo con cuidado y disfrutando a cada momento de los roces de su cuerpo contra el del humano.

-¿Pero que le has hecho al pobre?- Preguntó el siempre inoportuno Aidan usado un tono de simpatía que aligeró la tensión del ambiente- ¡esta acojonadísimo!- exclamó el eufórico inmortal acercándose a Alex.

-Nada, solo estábamos hablando- dijo Alex mirando al menor que se hallaba sentado a su lado- ¿verdad?- Liu solo asintió sin ser capaz de mirar a los ojos de ninguno de los presentes.

- Hmmm... creía que ibas a follártelo- soltó con toda la tranquilidad del mundo. Y aunque el muchachito se tensó, los otros dos empezaron a reír mirándose entre ellos.

- ¿sin invitarlo a cenar antes? ¡Qué descortés sería!- dijo Alex divertido en un tono totalmente irónico entre risas, pero dejó de alargar su boca en una mueca de diversión al ver como el pequeño lloraba deprimidamente- Son solo bromas - dijo Alex en un tono bajo mirando al chico a los ojos, tan rojos e hinchados de llorar sin descanso.

-Madre mía que susceptible es...- refunfuñó Aidan al oír al menor sollozar- os dejo solos, tengo que salir a ''divertirme'' un rato- dijo Aidan levantándose del sofá y caminando hasta la puerta, dejando solos a un mísero humano y a su mejor amigo, aquel que le había guiado cuando se perdía en sí mismo, aquel con el que había reído hasta llorar, aquel que lo defendió siempre y siempre lo haría.

-No llores- exigió Alex con algo de aburrimiento, le molestaba un poco oír los sollozos de Liu tratando de ser reprimidos por este. Alex no se daba cuenta pero cada palabra que decía era atentamente analizada por Liu ya que este estaba totalmente alerta y con miedo de ser atacado- Venga, hablemos de algo si quieres, a ver si así te relajas un poco...-Alex se dio cuenta de que lo estaba haciendo mal. Si quería que Liu cogiera algo de confianza tenía que ser más amable, más gentil aunque eso no se le diese muy bien por su poca práctica.

+¿D-De que quieres hablar?- preguntó Liu con la mirada fija en las manos de Alex, que grandes y rudas se veían, casi tanto como cuando lo había tomado por la cadera con esas manos fuertes para embestirlo... aún tenía la piel amoratada con la forma de esas manos que tan bien encajaban en su cadera.

-Me da igual, no se...- Alex se sentía casi tan incómodo como el humano, era la primera vez en cientos de años que trataba de conversar con un humano ¿Por qué mierda se portaba tan bien con él?- ¿Qué tal si te enseño un poco la casa?- preguntó Alex pensando que tal vez sería una buena idea mostrarle el lugar al pequeño para que se familiarizase más con él y no tuviese que darle indicaciones toda la semana.

+Yo... la verdad es que me siento muy cansado ¿podría irme a dormir?- preguntó temeroso de que el vampiro se tomara el rechazo de su oferta como una ofensa. Alex solo sonrió y lo tomó entre sus brazos, verdaderamente eso era lo mejor, ponerlo a dormir, porque no aguantaría ni un segundo más cerca de Liu sin atacarlo sexualmente. Liu ya dormía plácidamente mientras era observado por Alex, el inmortal llevaba una hora ante el cuerpo somnoliento del humano sin cansarse de mirarlo y realmente no sabía cómo era capaz de aguantar sin matarlo ¿de donde estaba sacando tanto autocontrol? Alex se preguntó una cosa, después de todo le surgió una duda que nunca había tenido ¿Cómo se sentiría al tomar al pequeño si este se entregaba sin oponer resistencia? Alex tenía claro el placer de haber tomado al pequeño Liu a la fuerza, un placer que nunca abandonaría su cuerpo, un placer más delicioso que cualquier otro pero... ¿Cómo debía ser que el humano, que Liu en concreto, cediese entregando su cuerpo? Fuera cual fuera la respuesta Alexander sabía que estaba muy lejos de averiguarlo pues apenas podía mirar al chico sin que se echara a temblar como una hoja en un huracán. Alex se levantó furioso por una razón que ni el fue capaz de encontrar; salió de la habitación, salió de la casa y de la calle... fue tan lejos como pudo y decidió que esa noche la pasaría fuera: no podía aguantar ni un segundo, ni un maldito segundo más cerca de Liu. Camino desesperado, no quería matar a alguien ni abusar de nadie en ese momento, bueno si que quería pero eso no era lo que necesitaba, había algo que lo frustraba, había algo que lo llenaba de rabia, pero...¿Qué era? Se sentía tan impotente... Él, Alexander el vampiro milenario se sentía impotente y no sabía por qué, no podía alcanzar un objetivo porque ni si quiera era consciente de cual era ese objetivo. Sin pensárselo dos veces se fue hacia un lugar barriobajero lleno de drogadictos, mendigos y putas hasta que encontró a un chico que le llamó la atención, un prostituto no muy experimentado y que por su timidez no sabía venderse bien. Un chaval sin dinero para salir a delante que se tenía que rebajar siendo un sucio gigoló. Pelo corto y de color grisáceo, como si estuviese desteñido. Ojos azules, grandes y bellos pero poco pigmentados, casi parecían grises como el pelo. Era de complexión delgada y cara fina, bajito y muy parecido físicamente a Liu. De labios acorazonados que resaltaban blanquecinos sobre la piel morena, tostada por el sol lo justo y necesario como para quedar bronceado sin excesos. Alex fue decidido hasta el chico que parecía incómodo ante tanta depravación y miseria.


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