Primera aparición

 -No tanto- respondió el chico tímidamente y con un leve rubor en sus preciosas mejillas mientras se acurrucaba en el pecho del mayor. Aidan, cuando me vincules... ¿tu nunca te cansarás de mí, verdad?- preguntó el chico temeroso de causar algún tipo de enfado en su pareja, que le tenía terminantemente prohibido desconfiar de él, aunque ya sabía cuál sería la respuesta directa a tal pregunta tenía miedo de que las cosas, a lo largo del tiempo, cambiasen distanciándolo de su pareja.

-No, nunca- respondió el otro, quien había pensado regañar a su chico por esa pregunta, pero que sin embargo había escogido responder la verdad tranquilizadoramente- y si tu llegas a cansarte de mi te pienso encadenar aquí para que no puedas escapar nunca-añadió abrazándolo con ternura y demasiada fuerza, por lo cual el humano se revolvió buscando ganar un poco más de espacio entre los musculosos brazos que lo apresaban.

-Estoy de acuerdo con que ha-hagas eso- dijo el chiquillo tímidamente mientras sonreía imaginando un futuro donde le sería totalmente incapaz de existir sin tener a su lado a ese magno ser que había demostrado tener algo de compasión.

Aidan solo pudo enternecerse por la respuesta que su pequeño acompañante le había dado. Decidió estar con su pequeño tranquilamente conversando o simplemente relajándose sobre la cama durante el resto de la noche, debía asegurarse de que el chico estaba lo suficientemente tranquilo como para vincularlo al día siguiente, no podía admitir ningún tipo de error.

Mientras el día pasaba aunque Jeremy durmiese Aidan se había quedado desvelado y algo preocupado por lo que sucedería aquella nueva noche, mientras su chico dormía se dedicó a , tras mucho tiempo sin salir a la luz del sol, salir en pleno día y, aún por muy arriesgado que sonase, cazar a alguna presa. Aunque era de día no tuvo muchas dificultades en eso puesto que había barrios que tanto de día como de noche eran solitarios y ya estaban bien conocidos como ''lugares peligrosos'', así que Aidan pudo tranquilizarse matando durante horas y saciando su apetito para asegurarse de no herir jamás a su chico.

Por su parte Liu estaba durmiendo junto a Alex, los en la misma cama como ya venía siendo costumbre desde hacía un tiempo. Liu no podía evitar desvelarse por la mañana puesto que sus instintos humanos y su rutina de despertarse pronto le hacían madrugar inconscientemente, una vez despertaba muy cansado por las mañanas, en vez de tratar de dormir de nuevo se dedicaba a mirar como el rostro apacible de Alex podía parecer sereno mientras estaba sumido en el sueño. Liu sabía muy bien que cuando Alex despertase no sería capaz de mirarlo a la cara viendo esos imponentes y fieros ojos, esa típica sonrisa ladeada que le daba escalofríos y esos colmillos que le aterrorizaban cada día más, pero cuando Alex dormía Liu se aprovechaba para poder ver ese hermoso y masculino rostro que aunque había sido, tiempo atrás, un símbolo de su peor miedo, era ahora la cara de alguien que velaba por él. Pronto las manos de Alex buscaban impacientes el cuerpo de Liu, mientras dormía siempre solía abrazarle, cosa que aunque no supiese, le encantaba a Liu.

Al igual que el resto de parejas humanas comunes Matt y Dave pasaron el día despiertos, ambos estaban en casa de Dave, que era donde el chico había invitado a pasar la semana a su novio, quien aunque era muy tímido estaba deseando estar a cada segundo con Dave.

Hacía las seis de la tarde ambos chicos tenían que comenzar a prepararse para su cita mientras sabían que Alex y Liu seguirían durmiendo.

-Matt, vamos a llegar tarde, vístete ya enano-decía Dave mientras buscaba, estando solamente en ropa interior, su ropa en el armario.

- ¿Como que enano?- dijo Matt apareciendo por la puerta de la habitación con el ceño fruncido y los brazos cruzados, observando con una gran sorpresa y los ojos muy abiertos, la tonificada y morena espalda ancha de su novio.

-Tengo tres años más que tu, enano-recordó Dave mientras se ponía unos pantalones tejanos largos tapando de la vista de su pareja el enorme bulto que aguardaban sus bóxers. Dave sonrió al notar como el chiquillo lo miraba sonrojándose.

- Asalta-cunas- replicó el chico mirando con malicia al mayor mientras se sentaba en la cama deshecha y se imaginaba cuantos hombres y mujeres habrían pasado antes que él por aquel lugar que su cuerpo aún no había tenido el placer de catar totalmente.

- ¿Pero cómo me dices eso?- preguntó Dave bromeando mientras hacía un puchero y se acercaba a su chico, gateando sobre la cama y acorralándolo un poco contra el cabecero. Matt rió nerviosamente como siempre hacía cuando se le acercaba Dave, cada vez que ese chico reía tenía la manía, estúpida al parecer de Dave, de taparse la boca con la mano derecha puesto que le avergonzaba que al reír se notase demasiado que tenía aparatos en los dientes. Dave siempre le decía que eso era algo muy común y que había gente, como a Matt, a los que eso no les quedaba mal, además siempre añadía que su sonrisa era, con lo que fuese, la más bonita del mundo.

- A-Anda déjate de bromas y me-mejor ve tú a vestirte- dijo Matt desviando la mirada del fuerte y atlético cuerpo de su novio que ahora estaba encima suyo.

- ¿Qué te pasa peque? No tienes porque ser tan vergonzoso conmigo- le dijo Dave acercándose un poco más a él para darle un beso en la mejilla y acto seguido sentarse sobre las finas piernas del chico para impedirle que escapase- Venga, soy TU novio, puedes mirarme si quieres- comenzó a apartar las manos del chico que ahora se tapaba la cara sonrojada con vergüenza.

- ¡Pero si te miro pareceré un maldito pervertido!- dijo el chico mirando solo a la cara de su novio, quien alejaba de sus labios una hermosa sonrisa por ver al adolescente tan sonrojado.

- ¿Y qué? Venga peque, que lo estás deseando- Matt sonrió ante lo que su chico le había dicho y antes de que pudiese reaccionar ya estaba siendo besado por esa boca que siempre le reconfortaba, con su lengua correspondiendo a las caricias de la otra, poco a poco ganaba más seguridad, aunque no tenía mucha ya que Dave era el primer novio que había tenido nunca y el primer chico que le gustaba al que había sido capaz de lanzarse.

- Uf... estas super bueno...- decía Matt sin poder parar de sonreír como un idiota admirando el gran cuerpo de encima suyo. Tenía como novio a un malditamente sexy chico de 20 años con un cuerpazo que jamás habría sido capaz de imaginar y el pobre Matt se sentía presionado, él solo era un chico más inexperto, con un cuerpo delgado que no se asemejaba al de su novio.- Jope, no me creo que estemos saliendo... estaba super nervioso cuando tuvimos esa cita la primera vez-dijo el chico relajándose un poco pero aún así mordiéndose el labio de manera no intencionada.

-Lo sé. Se te notaba un montón que estabas nervioso.- dijo el mayor pasando sus manos por la espalda del chico, acercándose más a él.- Apenas podía hablar y estabas rojo como un tomate, además te temblaban mucho las manos- recordó riéndose de su chico mientras dejaba pequeños besos en su mejilla.

-No te rías, tu también estaba nervioso, estoy seguro, solo que tu lo disimulaste bien.- dijo mientras cerraba los ojos al sentir los besos de su chico acercarse a su boca, pasando por las comisuras y finalmente besándolo de manera lenta y mientras lo agarraba de la cintura.

-Anda enano, que llegamos tarde, vístete.- ordenó con un tono apacible el chico que ahora estaba abotonándose una camisa de cuadros de color verde oscuro y ocre.

El chico salió de la cama y sacó la ropa que se pondría esa noche, algo simple y muy parecido a lo que llevaría su novio. Acto seguido se deshizo con rapidez de la ropa cutre que en esos momentos llevaba y antes de poder vestirse ya tenía a su chico detrás, abrazándolo para notarlo bien pegado a él.

-¿Ya no te preocupa llegar tarde?- preguntó Matt divertido mientras su chico le besaba el cuello al haberlo visto tan irresistible llevando solo ropa interior. Realmente aún no lo había visto desnudo puesto que aunque durmieran juntos aún no habían hecho nada, pero ambos se tenían ganas, y muchas.

-Creo que vamos bien de tiempo- dijo el otro sonriendo mientras succionaba la fina del piel del cuello de Matt, quien notó sus piernas temblar y suspiró ahogando un gemido mientras notaba el chupetón formarse en su pequeño cuello. Aunque Matt fuese demasiado vergonzoso para decirlo, Dave sabía que el chico estaba deseando que le hiciese un chupetón, Matt quería sentirse marcado y controlado por Dave cuanto antes, y aunque sólo fuesen dos adolescentes inexpertos ambos sabían muy bien lo que querían, y sabían, con total seguridad, que ellos no iban a ser una típica pareja adolescente que rompiese al poco tiempo, no, ellos tenían un nivel de confianza y afecto que era especial.

-Ahora vamos a llegar tarde y yo con un chupetón, muy ingenioso Dave- bromeó el más bajo mientras su dominante se alejaba un poco de él para dejarle vestirse, no sin, claro, mirarle el culo de manera poco disimulada.

-Matty, peque, ¿te acuerdas de lo que te he dicho antes?- preguntó una vez su chico estuvo vestido, abrazándolo de nuevo y sentándose en la cama para que el chico cayera en su regazo.

-Sí, que no enfade al novio de tu amigo- dijo el chiquillo con total inocencia, como un niño que le repite a su madre que se portará bien en su ausencia- Pero no entiendo porque tanta preocupación por eso ¿es ex presidiario o algo? ¿o tiene problemas del control de la ira?- preguntó inocentemente el muchacho ajeno a todo lo que había pasado entre Liu y Alex. Matt solo conocía un poco la personalidad de Liu por lo que Dave le había comentado de su mejor amigo, pero no tenía ni la más remota idea de cómo sería Alex.

-No.- dijo Dave bajando la cabeza, había llegado el momento de contarle todo eso que tanto había retrasado por la posible reacción de su novio- Él es un vampiro, Matty, y uno de los fuertes. Una vez lo enfadé y... no me gustaría que te pasase lo mismo, por eso quiero que tengas cuidado- Matt lo miraba ahora con los bastan abiertos y su boca formando una ''O'' perfecta mientras en su mente se preguntaba si todo aquello sería una broma.

- ¿E-Es enserio? ¿Es un vampiro de verdad? !¿ Y-Y tú te peleaste con él?!- preguntó el chico amplia y notoriamente sorprendido mientras abrazaba con fuerza a su pareja pensando en lo valiente que tuvo que ser para enfadar a un inmortal.

-Sí, pero fue por Liu, sabes que es mi mejor amigo y, bueno, lo cuido como si fuese mi hermano pequeño.- explicó recordando esos tantos momentos de risas que habían pasado hacía menos de unos días en el trabajo ahora que Liu ya no debía temer a Alex.

-¿Y cómo es que Liu está saliendo con un vampiro?- En ese momento Dave tuvo que hacer un breve resumen de todo lo sucedido entre la pareja a Matt, quien no era capaz de imaginar que alguien hubiese pasado por todo aquello que su pareja le relataba.

El tiempo pasó rápido y debían acudir a su cita doble así que marcharon con gran prisa y , por suerte, llegaron, no puntuales, pero tampoco muy tarde.

Al entrar al lugar Dave divisó a la alegre pareja que reía en una de las mesas más apartadas del sitio.

-Son esos dos- dijo Dave señalándole con el dedo para que Matt los reconociese. De pronto abrió los ojos, impactado.

- !¿E-Ese es Alex?! P-Pero si es muy mayor, debe tener como tres años más que tú y además está super fuerte, e-es enorme !¿Cómo puede haberlo con hecho con Liu?! P-Pero si el chico es pequeñito, como yo...! ¿c-cómo pueden haber- Dave lo cortó con su melódica risa mientras ponía el dedo índice delante de la boquita perfecta de su novio, obligándolo a callarse.

-Shhh... Él nos puede oír, recuerda que es un vampiro-Dijo antes de comenzar a andar hasta la mesa. Notaba a su chico temblar un poco por los nervios así que lo agarró por la cintura acariciándolo un poco con sus dedos para calmarlo y, además, le dio un tierno y corto beso en los labios. 


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