Problemas por todos lados

 Mörblut deslizaba sus largas e intencionadamente afiladas uñas por el cuerpo de Liu dejando caminos rojos a su paso, el suelo ya tenía formado un pequeño charquito con la sangre que goteaba del abdomen, pecho y brazos de Liu, quien tenía sobre su cuerpo una camisa echa girones que no le protegía de las garras del vampiro, quien cortaba fascinado la joven piel de Liu, no eran cortes profundos ni graves, en su mayoría, pero sí numerosos- Alex...- dijo por último, mas como un rezo a quien tenía la fuerza de un dios, que como una súplica desesperada.

- ¡Silencio, mortal!- sentenció el otro frunciendo el ceño mientras pegó un fuerte golpe con su mano contra la cara de Liu, pero controló su fuerza para no matarlo y además dejarlo consciente, no merecía ni un segundo de descanso- ¿Cómo algo tan fácil de matar como tu ha desperdiciado a un vampiro como Alex? – Se cuestionó en voz alta mientras deslizaba otro de sus dedos por el cuello del chico, sin rajarlo con mucha profundidad, pero ejerciendo la suficiente presión como para que el humano imaginase como sería un corte en plena yugular.

Liu seguía maniatado y colgado por esa atadura, sus muñecas estaban enrojecidas y la posición de su cuerpo era muy incómoda, además no había comido ni bebido nada y casi no había dormido. Comenzó a marearse.

-P-Por favor... me encuentro mal- gimoteó el chaval con ganas incluso de vomitar el inexistente alimente de su estómago. Los nervios le hacían sentir fatal pero su condición física no hacía más fáciles las cosas.

-Me alegro- sonrió Mörblut antes de darle la espalda al chico, quien entre sollozos trató de acallar su dolor cerrando los ojos e imaginando aquella noche con Alex en que le había llevado al borde de un precipicio, lo había pasado tan bien.

En las cercanías del lugar y tras unas duras y exhaustivas horas de búsqueda, Alex había encontrado el lugar exacto donde estaba Liu, percibía su aroma y el del otro vampiro así que no debía acercarse mucho si no quería ser descubierto, por mucho que desease rescatar a su chico de las infames torturas a las que debía estar siendo sometido. En el caminó hasta el encuentro del paradero de Liu Alex fue dejando un rastro impresionante de cadáveres del que estaba seguro que se hablaría durante unos días. Volvió, con mucha resignación y mirando siempre atrás, a casa de Dave para informarle de su hallazgo y estar a la espera de nuevas órdenes en la que consideraba su misión.

Abrió la puerta de golpe y Dave se sobresaltó al oírlo entrar, parecía bastante enfadado y los hilos rojos caían de sus comisuras.

-Lo he encontrado- dijo posándose delante del mortal con los brazos cruzados y mirándolo a los ojos con furia- y el lugar huele a sangre, a su sangre- explicó apretando los dientes y prensando sus colmillos contra los labios, haciéndose heridas para poder soportar una rabia que juraría que lo quemaba por dentro.

Dave notó el nerviosismo en el vampiro y por fin hizo algo amable por él. Se levantó con cuidado mientras la mirada del vampiro no le seguía sino que se quedaba fija como si no estuviese viendo, el odio nublaba sus ojos. Puso una mano sobre el hombro del vampiro, tratando de tranquilizarlo.

-Todo saldrá bien, si has podido encontrar a Liu y puedes ser igual o más fuerte que ese vampiro seguro que no tendrás problemas en acabar con él- retiró la mano de su hombro, no sabía cómo se tomaría el vampiro ese contacto que a él tampoco le había gustado mucho, se sintió como si le estuviese extendiendo la mano a su enemigo.

-Dave- se rió irónicamente- no necesito mentiras piadosas, se afrontar las cosas como son- dijo con amargura mirando por la ventana ¿Qué estaría haciendo Liu en ese momento, o mejor dicho, que le estarían haciendo?- Bueno, basta de lamentaciones y vamos a pensar algo- se sentó de nuevo en el viejo sofá de Dave, necesitaba pensar.

-Sabemos donde esta, tu ahora igualas a ese vampiro en fuerza, pero aún tiene una ventaja importante- dijo el chico cerrando los ojos y suspirando- en cuanto te note cerca matará a Liu...- de nuevo suspiró y se mordió el labio nervioso, no sabía qué hacer.

-Entonces ¿Cómo lo podemos hacer? Joder, piensa algo, no tenemos mucho tiempo- dijo Alex con un tono cabreado, estaba irritable ya de por si cuando se trataba de hablar con humanos pero esa situación lo estaba llevando a su límite.

- ¿Qué piense algo? Si no fuera por mi ni habrías pensado en pasar la noche buscando a Liu ¡Piensa tu algo! Eres un vampiro ¿no? Todos tus miles de años de vida te habrán servido para ser más ingenioso- Dijo el otro levantándose del sofá y comenzando a vociferar, el ambiente era cada vez más tenso y Alex no estaba en condiciones de contenerse, mucho menos notando la energía que fluía por su cuerpo tras el banquete de esa noche.

- ¡Pues no! No me han servido para eso ¿Se puede saber que mierda has estado haciendo mientras yo estaba fuera?- preguntó furibundo y a punto de alzar la mano para golpear al chaval, por suerte no lo hizo, pero la siguiente contestación de Dave lo enfureció aún más.

- ¡Pensar! ¡He estado pensando! Y no me eches la culpa de nada, todo esto es tu puta culpa ¡Jodido vampiro narcisista! – Bramó Dave furioso y apretando los dientes mientras se acercaba al aludido y trataba, en vano, de darle un empujón- ¡Si no fueras un puto egocéntrico que solo piensa en él nunca le habrías jodido la vida a Liu, nunca le habrías dejado tan destrozado como lo dejaste y nunca lo habría raptado otro puto chupasangre gilipollas!- dicho eso sintió un terror superior al que en toda su vida había experimentado, pero aún así no se arrepintió.

Alex se acercó a él a una gran velocidad y, tomándolo del cuello, lo alzó hasta que quedó justo enfrente de su cara para que el chaval pudiese contemplar como los colmillos crecían en su máximo esplendor, nunca los había visto tan álgidos y filosos. Lo lanzó con fuerza y el chico chocó contra la pared de su salón, rompiendo con su espalda uno de los cuadros que tenía colgados.

El golpe había abollado también la pared y Dave tenía pequeños trozos de cristal en su piel, además de un dolor horrible en todo el cuerpo. Jadeó tratando de levantarse cuando logró estar en el suelo de rodillas y una mano lo tomó por el cuello, casi asfixiándolo, lo alzó de nuevo y lo soltó haciendo que volviese a caer al suelo, clavándose ahora los trozos de cristal en las manos y rodillas; sin descanso o pausa Alex agarró el pelo del chico hasta que logró tenerlo de pie y con piernas tambaleantes justo enfrente suyo, tiró del pelo hacia atrás dejando el cuello del otro completamente expuesto y se dispuso a morderlo para enseñarle la lección, pero unas palabras le detuvieron por completo.

- Eso es lo que haces ¿no? Cada vez que alguien te dice la verdad, cada vez que te dicen tus putos errores no tienes argumentos para combatirlos, no tienes cojones para afrontarlos... claro, matar es más fácil ¿para qué solucionar el problemas si puedes eliminar a todos lo que te hacen verlo?- Dave se sentía demasiado asustado como para moverse, pero la rabia, el coraje de ver a Liu sufriendo por culpa de ese inmortal negligente era cada vez más insufrible- Vamos, mátame, seguro que así recuperas a Liu- dijo el otro con un tono sarcástico que se descomponía lentamente por culpa del fino llanto de Dave, pensaba que iba a morir de veras.

De golpe notó como el vampiro lo soltaba, cayó al suelo, pero los fuertes brazos del vampiro lo tomaron sin cuidado y lo llevaron, semi consciente, hacia la cama de su habitación, donde fue arrojado.

-Tienes que curarte lo de la espalda- dijo el vampiro de mala gana señalando los arañazos y heridas de cristales incrustados que manchaban de sangre la camisa de Dave.

-Pues dime como- dijo el otro, bufando molesto- yo solo no puedo, además mis manos...- dijo mirándoselas, también estaban heridas y claramente necesitaba a alguien que le ayudase.

Alex gruñó molesto y trajo del baño de Dave unas vendas, pinzas y agua oxigenadas con unas gasas, las puso al lado del malherido cuerpo de Dave, que reposaba boca abajo en la cama y se sentó, con el ceño fruncido y la boca en una mueca de enfado, a su lado.

-Dime que tengo que hacer- exigió el vampiro mirando las heridas del chico, su sangre olía bien, pero podía percibir, gracias a ese olor, que tenía algunos pequeños problemas temporales en su organismo a casusa del estrés, era algo muy común en los humanos.

-Primero saca los cristales con las pinzas, después desinféctame las heridas con agua oxigenada y luego véndalo- explicó el otro sintiéndose totalmente incómodo al necesitar la ayuda de Alex, aunque realmente si no fuera por ese vampiro violento realmente en esos momentos no necesitaría ayuda. Se sacó la camiseta dejando que el vampiro pudiese curar por completo su espalda, claro que podía, con una gota de su sangre, curar todas sus heridas, pero ese era un privilegio que solo Liu merecía.

Alex sacó los cristales con facilidad gracias a que su gran vista y rapidez le otorgaban una excelente precisión. Desinfectó las heridas sin pausas aunque oía a Dave quejarse al sentir como escocía el desinfectante entrando en sus heridas y metiéndose en la carne viva como si quemase. Por último Dave pudo vendarse solo mientras el vampiro seguía pensando en Liu ¿Qué podía hacer?

-Yo quiero a Liu- soltó Alex inesperadamente, sin ningún tipo de conversación anterior- de verdad, y sé que es todo mi culpa, pero no me arrepiento de cómo soy- dijo el vampiro planteándose de nuevo la situación en la que estaba- soy un hijo de puta, soy un narcisista, no pienso nunca en los demás y encima todo lo soluciono con la violencia, tienes razón. Pero estas muy equivocado si crees que soy así con Liu, sé que al principio sí lo era, pero ahora solo quiero hacer las cosas bien- se sentía tan miserable, él, el vampiro invencible, él, el inmortal de piedra, él, el que sucumbió por un humano.

- ¿Y si hacer las cosas bien significa desaparecer de la vida de Liu?- preguntó el otro con una pequeña mueca de molestia en su cara, sus heridas aún dolían y cada pequeño pinchazo que sentía sobre su cuerpo era recordatorio que le dejaba clara su posición frente a Alex.

-Entonces lo haré, sí él me lo pide supongo que...- se estaba rebajando más que nunca en su eternidad, estaba aceptando una posición de igualdad frente a un humano justo cuando su teléfono sonó, era una llamada... de Liu.

- ¡Liu! – dijo al instante, descolgando el teléfono con preocupación mientras Dave lo miraba nervioso, recordó al ver esa escena el momento en que Liu lo llamó después de que Alex viniese a por él.

-El no puede atenderte en este momento- se escuchó la voz burlona de Mörblut, quien estaba frente al colgante Liu, obligándolo a reprimir sus sollozos para que Alex no sintiese nada por él.

- Hijo de perra- dijo Alex enfadado y con ganas de apretar el teléfono móvil en su mano hasta hacerlo saltar en pedazos.

-Mi nombre es Mörblut, pero si tu prefieres llamarme de ese modo...bueno, da igual, si lo haces será el humano el que pague- rió con ironía antes de deslizar de nuevo una de sus afiladas garras sobre el abdomen del chico, haciendo que un quejido se escuchase a la otra línea del teléfono.

- Maldito...- dijo sin acabar la frase, apretando los dientes tan fuerte que sintió que sus colmillos se partirían- Mörblut ¿Qué es lo que tengo que hacer para recuperarlo?- preguntó el otro, dispuesto a besarle los pies a ese engreído si con ello volvía a tener a Liu.

- ¿Recuperarlo? Va a morir mañana por la noche, pero quiero que lo mates tu- dijo con una sonrisa malévola y mezquina que desnudaba sus brillantes dientes llenos de sangre- a media noche, ven y acaba con él o lo haré yo. Solo quiero que no desaproveches lo que eres, Alex- y acto seguido dirigió la vista al humano, estaba llorando de nuevo, sangrando, temblando y balanceándose de las cadenas que lo mantenían colgando como si fuese un candelabro. Se estaba deshidratando, y su estómago rugía, sus muñecas estaban rasgadas y su cuerpo lleno de cortecitos, sus ojos hinchados de llorar y de trasnochar, ya no aguantaba- Espero que aparezcas, ya sabes el lugar, esta noche se que has estado cerca fisgoneando- lo siguiente que se escuchó fue un pitido que significaba el fin de la llamada.

- Alex, creo que tengo una idea- dijo Dave en uno de sus mejores momentos de lucidez. En su mente, gracias a la profunda amistad que sentía por Liu, a su pequeño pero útil conocimiento sobre el mundo de los vampiros (pues había leído varios libros sobre eso, uno de ellos mencionado en el capítulo 10), y a su nuevo sentimiento de compasión y casi compañerismo con el vampiro, se formó una idea que podría ser buena, un esbozo de un posible plan. Y vaya si Alex lo aprobó una vez lo supo, es más, le parecía tan buena idea que incluso felicitó al chico. ¿Cuál es el plan? Os preguntareis, una vez en marcha parecerá ilógico e incluso aterrador, pero es, simplemente, demasiado ingenioso.


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