Alex sonrió ampliamente y enfundó sus ojos en sus párpados, bajando su rostro y haciendo que su cabello cayese a los lados de la cara de Liu, cosquilleando en sus mejillas; poco a poco se acercó a la boca tierna que respiraba agitadamente y notó como los acorazonados labios no se sellaban impidiendo su presencia. Plasmó sus labios contra los de Liu, moviéndolos con lentitud y aún sin meter la lengua trató de darle erotismo al beso. Devorando lentamente los esponjosos y dulces labios de Liu, besándolos, lamiéndolos como si fuesen un majar y succionándolos con ternura mientras los mordisqueaba, jalándolos para irrumpir el beso y volver a él. Liu solo movía tímida e inexpertamente sus labios, nervioso y sin saber bien como seguir ese ritmo, aunque habría podido pues Alex estaba, intencionadamente, devorando de una manera lenta y suave esos labios hermoso que dejaron ir un suspiro cuando el beso acabó. Eran esas cosas gentiles y nada violentas que derretían a Liu ante Alex, era eso lo que quería, que todo fuese despacio, pero fue una lástima que Alex no lo entendiese durante los primeros momentos en que ellos se conocieron.
-Pues a partir de ahora seré bueno, aunque tendrás que enseñarme- dijo el vampiro tomando la barbilla del chico y acariciando su labio inferior, recién humedecido con las dos salivas, con el dedo pulgar.
+ ¿E-Enseñarte a qué?-preguntó el pequeño inocente de rostro pecoso y tez blanco tibio, de pequeñas gráciles manos que se aferraban a la camiseta de Alex des del beso.
-A ser bueno y gentil con un humanito como tú-rió el vampiro bajando la mano de la barbilla a la garganta del chico, acariciándola y sintiendo como el humano tragaba saliva.
+ V-Vale, pero no sé cómo- admitió Liu con una sonrisa nerviosa en su cara y un leve sonrojo- ¿Entonces si quiero que dejes de hacer algo... s-solo debo pedírtelo?- preguntó paseando la mirada por la habitación, sus ojos chocaron con su móvil, que mostraba decenas de mensajes y llamadas de Dave, debía estar preocupado.
-Exacto-Dijo Alex pasando su dedo una y otra vez sobre la garganta del chico, dibujando pequeños círculos con la yema- También puedes pedirme lo que sea y yo te lo haré-añadió atrapando de nuevo su propio labio entre sus colmillos, aquella expresión de sorpresa del humano lo había cautivado, era precioso.
+P-Pues po...drías, emm...¿q-quitarte de encima mío?-pidió sintiendo que moriría de la vergüenza y notando como su rostro ruborizado ardía al escuchar una grave carcajada por parte del vampiro.
Alex salió de encima del chico y se limitó a sentarse justo a su lado, apoyando la espalda en el cabecero de la cama.
-¿Ves? Tu solo tienes que pedirme lo que quieras, pero tampoco te excedas pidiéndome cosas como que deje de verte- explicó poniendo su mano sobre la cabeza del chico y acariciando su lacio pelo marrón, enredando ligeramente mechones en sus dedos, como si fueran anillos.
+ De acuerdo- asintió aún con una vocecilla temerosa y... ¿Triste?- Mañana...¿Mañana entonces podré ir a trabajar?- Alex asintió y Liu dibujó una pequeña sonrisa estirando una de sus comisuras por acto reflejo al sentir la ''buena noticia'', al menos podría hacer vida normal.- N-No sé cómo se tomará Dave esto- dijo Liu preocupado de perder a su amigo, a su único y mejor amigo si cedía de esa manera tan vulnerable ante Alex.
-Oye quiero que sepas que puedes tener los amigos que quieras, pero como ese Dave te toque un pelo no va a salir vivo, porque si veo que pretende ser algo más que tu amigo pienso comerme hasta sus huesos- amenazó claro y contundente sin dejar que el chico pudiese reaccionar ante tan áspera y decidida voz, no parecía enfadado pero desobedecerle habría desencadenado una verdadera furia.
Solo después de un rato Liu fue capaz de hablar con una voz mas o menos fluida.
+Solo somos amigos, enserio, n-no tienes que hacerle daño-intervino Liu defendiendo a Dave, no iba a dejar que nada malo le pasase, él había estado apoyándolo siempre que había podido.
-Si mañana quieres ir a trabajara será mejor que duermas ya- Liu lo miró algo entristecido pero dándole la razón.-Ven aquí- dijo tirando del brazo del menor hasta conseguir tenerlo estirado sobre su cuerpo, rodeando sus caderas con sus tiernos muslos y apoyando su cabeza en su pecho, Liu se revolvió los primeros segundos pero después se relajó al notar que el vampiro le besaba la mejilla antes de cerrar los ojos. Iba a costarle mucho dormir con Alex tan cerca suyo.
Aidan por su parte seguía merodeando por la casa, asumiendo que, por las horas que Alex llevaba fuera, ya tendría al pequeño entre sus brazos, seguramente en contra de su voluntad, mientras él ni si quiera conocía el paradero de Jeremy.
Juró percibir el olor de su pequeño humano, esa deliciosa esencia mezclada con el aroma de su sangre, y no fue algo que sintió vagamente o durante unos instantes, sino que ese olor a Jeremy se iba intensificando poco a poco. Pensó que se iba a volver loco y creyó que estaba delirando cuando notó que alguien golpeaba la puerta des de fuera, con insistencia pero inseguridad.
Ignoró la puerta tratando de no pensar en Jeremy ¿Por qué olía tan condenadamente bien a él?, el maldito infeliz de detrás de las puertas siguió, persistente pero nunca confiado mientras Aidan se planteaba la posibilidad de arrancarle la cabeza.
Pero una voz sonó des de fuera mientras los leves golpes en la puerta se detenían.
-A-Aidan-con total claridad y más nitidez de la real, Aidan escuchó la hermosa voz de Jeremy, proveniente de esa boca dulce que le hacía enloquecer, era él, era Jeremy, pero su voz sonaba disgustada y dolida, un nudo en la garganta se apoderaba del tono de voz haciéndolo sonar lloroso- Se que... sé que si me hiciste eso fue para romper conmigo, bueno, para acabar con nuestro trato y... y-y no vengo a reclamarte nada- habló por detrás de la puerta mientras el vampiro era incapaz de abrir, el asombro lo había petrificado ¿Acaso Jeremy no le odiaba?- pero solo quería saber porque querías que se acabara ¿te...te cansaste de mi?-un silencio sepulcral invadió el lugar.
Jeremy había estado pensando todo ese tiempo que Aidan lo había dejado medio muerto en el hospital para terminar con él, pero nunca supo que había sido un error y que Aidan solo se había alejado creyendo que él nunca le perdonaría. Aidan se sintió estúpido.
-Por favor... por favor no te enfades conmigo- se escuchó su voz fina romperse como el cristal, comenzando a sollozar mientras Aidan seguía totalmente incrédulo, pensando que todo era una mala jugada de su cerebro nostálgico y que cuando abriese la puerta no habría nadie- solo dime por que querías dejar de verme... y porque lo hiciste así, si, si lo hubiésemos hablado, yo, yo-comenzó a ponerse nervioso, suspirando y llorando mientras temblaba, pero todo movimiento cesó en él, incluso se quedó sin respiración, cuando la enorme puerta se abrió dejando ver la enorme y fuerte figura de Aidan.
Pero no estaba enfadado y mucho menos impasible, parecía asustado, Aidan parecía asustado; pero fue algo que Jeremy no contempló durante más de un segundo pues el vampiro no perdió el tiempo y tomó con toda su fuerza al menor entre sus brazos, sin mediar palabra lo aplastó contra su cuerpo temiendo que se esfumara y cerró la puerta dejando que el peso de sus dos cuerpos cayera contra esta, apoyándose con Jeremy en sus brazos, no se separaba de él, solo mantenía su cara pegada al pecho del vampiro y respiraba con dificultad, pero al menos había dejado de llorar.
-Tontito- dijo Aidan, repitiendo tiernamente ese insulto que había usado con anterioridad para referirse a su humano- ¿Cómo puedes pensar que te hice eso para dejarte? Fue sin querer, Jeremy, me pasé bebiendo, apenas podía controlarme y lo siento mucho, pero nunca te haría algo así intencionadamente- le besó con cuidado el cuero cabelludo, blanquecino, con ese color únicamente resplandeciente de él.
- ¿Pero si fue sin querer por qué no volviste? Pensaba que te había hartado de mi...-se quejó el chico, cuya confianza destruida iba volviendo a alzarse junto con la felicidad que le proporcionaba la cercanía de Aidan.
-Por qué estaba convencido de que me ibas a odiar, de que ni querrías verme- musitó sintiéndose un completo estúpido, un cobarde incapaz de enfrentarse al miedo de ser rechazado, un tonto que había herido a quien quiso proteger. Aidan se sentía débil.
-P-Pero si te había perdonado nada más despertar...-se quejó el otro aún acurrucándose contra el pecho de Aidan, no iba a separarse de él de nuevo, se sentía seguro así- Si acepto estar con un vampiro ya tengo que estar preparado para que pasen ese tipo de cosas, no es tu culpa-siguió argumentando el chico haciendo sentir a Aidan aún peor, saber que lo había perdonado al instante y que aún así él lo había abandonado por motivos estúpidos le hacía sentir que no merecía a alguien tan bueno como Jeremy- no está en tu naturaleza dejar vivas a tus presas y es normal que pierdas el control- dijo calmándose ya casi por completo, se sentía tan irreal tener a Aidan a su lado otra vez.
-Lo siento Jeremy, de verdad que lo siento- se disculpó antes de alzar al pequeño en sus brazos, consiguiendo que los tiernos brazos del chico rodeasen su cuello y sus apetecibles piernas atraparan sus caderas mientras el rostro del humano reposaba sobre uno de los hombros de Aidan- A partir de ahora no habrá ni un error más de mi parte, cuando te muerda nunca volveré a cometer ese error, te lo juro- prometió premeditando un plan que sirviese en caso de que sus instintos se apoderasen de él, aquello sería difícil, debía proteger a Jeremy de él mismo.
-¿E-Entonces volvemos a estar como antes, seguimos con nuestro acuerdo?- si bien la idea de vender su sangre y cuerpo porque alguien lo mantuviese no le resultaba atractiva, hacerlo por la compañía de Aidan le resultaba más satisfactorio.
-No-Dijo tajante y viendo como los ojos azulados como un mar calmado lo miraban ahora algo turbios, con pena-Nuestro acuerdo se ha acabado-Jeremy no pudo replicar a aquello pues tan inesperado golpe lo dejó sin palabras, pero sus pensamientos fueron suficientes para que Aidan se diese cuenta de la herida que sus palabras estaban abriendo en el chico y, con una sonrisa, decidió continuar hablando- Ahora somos pareja ¿vale?- Jeremy mordió su labio dejando escapar un suspiro de liberación entre sus sonrisa recién formada. Tampoco respondió a aquello sino que cerró los ojos y se aferró con más fuerza a la cadera del vampiro para acercar sus esponjosos labios a la boca que tan buenas noticias le brindaba.
Aidan entendió el mensaje con rapidez, cerrando también sus ojos ladeó la cabeza antes de precipitarse contra los labios más dulces que jamás había probado.
Lamiendo al principio esos labios por fuera, mordiéndolos y atrayéndolos más a su boca para después hundir su lengua en ella notando como la pequeña y mojada lengua del humano trataba, algo nervioso y por supuesto ansiosa, de seguirle el ritmo a la otra.
Agarrando el cuerpo que se ceñía a él con las dos manos mientras lo apretaba entre sus músculos Aidan sintió su hambre volver de nuevo e interrumpió el beso saliendo de aquella húmeda cavidad aunque sin decepcionar al humano o dejarlo insatisfecho, es más, lo dejó con las respiración agitada y las mejillas ardientes.
Jeremy sonrió de nuevo, estupefacto, como un adolescente que mira a su amor platónico de clase mientras Aidan lo observaba maravillado, mirando directamente a sus ojos y apartando mechones de pelo del chico de su cara para observarlo mejor.
-Nunca me imaginé que acabaría así- dijo Jeremy soltando una pequeña risilla- saliendo con un vampiro que me trata bien-hundió su cara en el cuello de Aidan y suspiró, después de tanto tiempo podía sentirse tranquilo, había pasado tanto miedo estando solo en el mundo cuando creyó que Aidan no volvería.
-Yo tampoco me había imaginado que acabase así por un humano- explicó subiendo las escaleras, por fin podría dormir aquel día, junto al cuerpo que necesitaba abrazar, junto a ese pequeño humano cuya piel quemaba y cuyo pecho subía y bajaba en una respiración relajante que conseguía adormecer y calmar a Aidan, aunque su intención ahora no era dormir.
Abrió la puerta de su habitación y Jeremy miró de reojo todas las cosas que allí había y que él bien conocía. Aidan no lo dejó observar el paraje mucho más pues lo separó de su cuerpo lanzándolo la cama mientras él se abalanzaba contra el chiquillo, sin darle tiempo a respirar siquiera. Besándolo mientras con sus manos rompía la vieja camisa que lo separaba del cuerpo de Jeremy.
El pequeño gimió levemente al sentir la tela romperse contra su cuerpo y pronto cayó presa de los besos de Aidan de nuevo.
Le devoraba lentamente la boca, consiguiendo que el humano siguiese el ritmo, mientras se desabotonaba la propia camisa y la dejaba caer fuera de la cama, mostrando esos músculos que podrían someter a Jeremy en cualquier momento. El cuerpo delgado que se agitaba bajo el vampiro comenzó a reaccionar cuando las grandes manos lo tomaron por los costados acariciándolos de arriba para abajo, pasando las palmas por su vientre y pecho a veces, mientras Jeremy solo usaba sus manos para aferrarse a los hombros del vampiro, quien pronto abandono su boca para succionar la delgada piel de la garganta que se enrojecía tras sus chupetones.
-Oh, Dios...- exclamó con la voz fogosa y entre jadeos el pequeño humano al sentir que la boca ahora besaba su bajo vientre y unas manos desabotonaban el cierre de pantalón.
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