Alex miró al chico, tan tranquilo y con ese olor a excitación y miedo tan delicioso. Alex descendió al cuello del chico para morderlo y Jeremy solo se agarró a la espalda ajena clavando las uñas mientras gemía al sentir la boca del otro sobre su piel. Alex rozó con la punta de su miembro la entrada del chico y este se contrajo involuntariamente ¿acaso ese cliente no iba a usar lubricante?¿ni condón?¿acaso tampoco le prepararía como hacían los otros? La respuesta a esas preguntas solo pudo ser una: Alex metió su miembro erguido y caliente dentro de Jeremy, de una sola e inesperada estocada que abrió por completo e hizo que sus piernas humanas vibraran, Alex sintió un gran placer al oír el grito del joven pues Liu también habría gritado. Dio otra estocada en la que se endureció aún más dentro del sumiso adolescente que volvió a gritar. '' dos embestidas y ya estoy para el arrastre, este ser es una bestia del sexo... joder mi cuerpo se siente destrozado y ni ha empezado, tan grande y caliente dentro de mi... joder que cuerpo tiene, encima mío con esos músculos y esa mirada fría... quiero que me folle hasta que me olvide de quien soy'' pensó Jeremy hasta que otra dura y profunda estocada le impidió pensar, el dolor era enorme pero aquel hombre fuerte e inmortal calentaba al humano a sobremanera. Alex estuvo a punto de morder al chico de rabia cuando en la siguiente embestida, en la que sus carnes húmedas se rozaron íntimamente sin la separación del látex, gimió de placer tras gritar de dolor '' Liu no haría eso, no gemiría, no como él'' pensó de nuevo Alexander. La rabia de invadió al pensar en Liu y empezó a dar embestidas más rápidas, más profundas mientras sostenía las piernas del chico en alto cogiéndolo por los tobillos. La metía hasta el fondo y la sacaba hasta que solo quedaba dentro la punta para volverá a meter con rabia, una y otra vez arrancando el placer del chico y haciendo que llorara de dolor.
-Ya no gimes eh zorra- dijo Alex enfadado aún sin saber el por qué de su rabia, lo embistió más y más fuerte sujetándolo pues a veces Jeremy trataba de huir o de cerrar sus piernas con lo cual solo conseguía aferrarse a la cadera de Alex, a esa cadera que llevaba un rítmico y frenético vaivén.
-d...duele- dijo Jeremy entre sollozos, pero no le pidió que parase, ni le iba a pedir en ningún momento por mucho que le doliera, era un cliente y tenía que satisfacerlo ¿pero qué había pasado con eso de ''es por mi seguridad''? realmente Jeremy adoraba el contacto con Alex, era diferente que con los demás, ese vampiro no era un amargado o un desesperado, no era un promiscuo a dos velas o una guarra ninfómana, no, él era todo lo que le diera la gana, él era libre, fuerte; él era todo lo que Jeremy había dejado de ser cuando su vida comenzó a irse a la mierda.
Jeremy alzó los brazos para rodear la espalda tonificada de Alex, abrazándolo para unir sus cuerpos y poder apaciguar su dolor estrechando al mayor entre sus brazos. Alex no pudo sentir más que rabia ¡Liu nunca le abrazaría y ese idiota se tomaba el lujo de intentarlo! Alex rugió de furia empujando al humano lejos de su cuerpo, alzando mas sus piernas apresadas por sus manos y separándolas más aún de lo que estaban. Jeremy no podía contener los gritos y sollozos y solo apretó los puños y los dientes como si fuera a explotar, esperando acabar pronto ''joder como duele. Es un bruto, un bestia, un animal, un salvaje... pero si quisiera, con lo bien dotado que esta y lo experto que es, podría hacer morir de placer a cualquiera, es un lástima que por su egoísmo solo busque su placer en el dolor ajeno ¡madre de Dios como duele!'' pensó Jeremy sintiendo al hombre moverse bruscamente en su interior, saliendo y entrando sin cuidado.
¿Cuánto tiempo llevaban así? Debió ser mucho porque salió el sol y aún así Alex no se detuvo ¿Por qué no podía correrse? Se preguntó eso mismo una y otra vez y en su mente solo venían imágenes de Liu que evitaba a toda costa hasta que al final cerró los ojos imaginando que Jeremy no era otro mas que el maravilloso Liu y entonces dio una última y fuerte estocada en la que al fin se vino y eso hizo a Jeremy romper el edredón que apretaba entre sus manos y uñas, desgarrándolo y gritando por el dolor de aquella última embestida.
¿ha... has a-acaba... acabado?- preguntó Jeremy sintiendo el miembro aún dentro de su cuerpo cubierto por una brillante capa de sudor.
-Cierra el pico, quiero dormir- dijo Alexander mirando ese sol que tanto sueño le daba, ese sol que mareaba y le hacía sentir que flotaba. Ese mismo sol lo hizo derrumbarse dormido sobre el chico que ahoya yacía bocarriba tapado por el cuerpo de Alex. Inamovible el vampiro ni si quiera salió de dentro del humano que no paraba de jadear.
Entonces Jeremy sintió algo extraño, después de aquello sintió que había algo diferente de las otras veces que había prestado sus servicios, algo no era igual que con los demás, y ese algo era el hecho de que este cliente, Alex , no era transparente como los demás. Porque detrás de cada persona que acudía a Jeremy había una historia y un motivo que sabía identificar a la perfección: si venía un chico tímido con dinero de más es que quería perder su virginidad para no quedar atrás; si venía una mujer pechugona con mirada de fiera era otra ninfómana falta de amor y dispuesta a rellenar esa falta con sexo; si venía alguien de ojos rojos y mirada perdida que rebuscaba y jugueteaba con un anillo en su bolsillo era un recién divorciado; si venía una chica enfadada que después se arrepentía de aquello era una simple venganza por unos cuernos.; si venía un hombre prepotente y trajeado era un rico más que quería demostrar en vano que el dinero si compra la felicidad. En resumen: todos eran como un libro abierto exponiendo sus motivos, tan transparentes y desesperados, casi tan miserables como aquel que por dinero alejaba esos pensamientos de sus mentes proporcionándoles sexo, pero... ¿Por qué había venido aquel vampiro? Él era opaco como un muro y su mirada tan penetrante no resolvía ninguna duda, lo único que Jeremy supo que sentía Alex mientras fornicaba con él fue un anhelo, un anhelo que lo ponía furioso pero ¿Qué anhelaba Alex? Quizás Jeremy fue incapaz de porque ni el mismo Alex lo sabía.
Y, finalmente, Jeremy se acostumbró a tener ese falo enorme dentro de su entrada y se durmió sabiendo que era mejor no despertar a aquel inmortal. Al caer la noche algo despertó al menor haciéndolo jadear de manera ruidosa: Alex se había despertado y estaba saliendo de su interior. Con una gran velocidad, y ignorando al humano que se hallaba en la misma habitación que él , Alex se vistió sabiendo que Aidan estaría preguntándose donde había pasado la noche. Jeremy se apresuró también a ponerse su ropa sin dejar de mirar el cuerpo de músculos tonificado que bajo la tela no disimulaba apenas su erotismo.
Alex se dispuso a marcharse sin siquiera despedirse pero cuando giró el pomo de la puerta una vocecilla le hizo detenerse.
-¡Espera! Son 100 dólares- dijo Jeremy dispuesto a cobrar por haberse dejado destrozar la noche anterior; ahora el chico estaba adolorido y algo mareado.
-No- dijo Alex tajante mientras abría la puerta tan rápidamente que levantó una leve ráfaga de aire en su dirección.
-Pero me tienes que pagar...- añadió patidifuso y con un tono inocente Jeremy mientras lo miraba sorprendido, no se esperaba eso.
-Tienes suerte de que no te mate- dijo Alexander alejándose del lugar a paso ligero, dispuesto a volver a casa pensó en Aidan y parte de su rabia se esfumó pero lo que le hizo sonreír pícaramente para si fue el recuerdo de Liu.
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