Se tumba sobre su cama y sonríe, se siente feliz o al menos lo más cerca de estar feliz que se ha sentido en muchísimo tiempo. Ángel es un niño encantador y aunque sus padres le han dicho que es un chiquillo muy independiente y que no debe hacer mucho, solo mantener un ojo en él y no dejarlo solo, Tyler opina todo lo contrario. No tiene nada por lo que vigilar a Ángel, él se porta estupendamente, de hecho, piensa que si le hubiese dado alguna orden extraña el chiquillo la habría seguido sin cuestionar, solo por complacer. Y, sin embargo, no le parece que pueda valerse por sí mismo en lo absoluto.
El señor y la señora Fisch le han dicho que está acostumbrado desde bien pequeño a quedarse solo y que no entienden por qué le ha dado ahora ese arranque irracional de llorar y llorar, pidiendo no ser dejado a solas porque tiene miedo. Le han dicho que debe ser algo psicológico, pero que en lo demás es completamente espabilado. <<Hace los debes solo, limpia solo, se cocina solo, compra solo los materiales que necesita y todo, si es que no necesita un niñero, aunque lo quiera>>.
Tyler esperaba una especie de pequeño adulto cuando oyó esas palabras y no estaba en contra, era una idea agradable el pensar que su primer trabajo sería tan fácil como estar en la misma habitación que un jovencito y verlo hacer sus tareas, pero a los tres minutos en esa casa tenía muy claro que esos padres pasan tan poco tiempo por ahí que no tenían ni la más remota idea de cuan desvalido estaba su hijito.
El pobre chico los necesitaba urgentemente: el suelo estaba lleno de líneas de polvo, producto de alguien que pasa la escoba por un lado y no por otro, dejando todo limpio a medias y todo lo que el chico se cocinaba o bien consistía en echar los contenidos de una bolsa en un bol o bien tenían un paso extra: meterlo al microondas; ni siquiera lo calentaba el tiempo suficiente. El chico además vestía con desgaire, todo lleno de arrugas, los cuellos de las camisas mal plegados, los calcetines desparejos y el cabello, aunque no era un desastre, se notaba que nadie le había enseñado a peinarlo y secarlo para que quedase estilizado, así que parecía un pequeño arbusto; luego estaban los deberes, el chico se esforzaba y daba sus frutos, sin duda, pero ¿Acaso nadie le había enseñado a organizar apuntes? ¿A hacerse un horario de estudio productivo?
¡Pobre diablillo!
A Tyler le daba la sensación de que Ángel no había tenido una madre, aunque tuviese una, además de un padre y parecía que el pobre crecía sin aprender las cosas más básicas, sintiéndose desorientado y hecho pedazos, apenas sosteniéndose de una sola pieza como de milagro. Necesitaba a alguien que le cuidase y sus padres no estaban nunca ahí para eso.
Tyler sonríe, piensa que el por qué se siente tan bien ser el niñero de Ángel es porque el chico le necesita desesperadamente.
Su cuerpo se estremece con gentiles escalofríos de satisfacción al imaginar lo muy feliz que será Ángel cuando él le enseñe lo bonito que es vivir con alguien que vele por ti. Le cocinará, le entretendrá y le ayudará con sus deberes, sería su consuelo y confidente, su compañero de videojuegos y su querido protector. Va a ser todo lo que le falta, en la medida justa para rellenar los huecos que el pobre chico tiene en su vida.
Ángel iba a sentirse completo y feliz. Todo gracias a él.
Tyler ama ser complaciente, ayudar a los demás y cuidar de los seres indefensos, aunque tiene pocas oportunidades.
<<Solo sigue siendo el dulce y buenecito niño de mami>>
Tyler gira en la cama y aplasta la cara contra la almohada, dejando su sonrisa prensada en ella. Ángel es un niño bueno, tan bueno ¿Es así como su mamá lo ve a él? Si es así le hace feliz poder ser el protector de alguien así como su madre lo es de él.
Puede que él no llegue sudando y cabeceando a casa de Ángel a las tantas de la noche tras trabajar arduamente por él, pero se esmerará en demostrarle también su afecto con canciones, cenas deliciosas, risas, revolviéndole el pelo, tirándole de las mejillas, acariciándole los hombros cuando llore...
Vuelve a girar en la cama, quedando bocarriba y con la boca convertida en un fino hilo. Se lleva los dedos a la cabeza y se revuelve un poco el propio pelo, despacio. Se pregunta si Ángel se sentirá un campeón cuando se lo haga después de que termine sus deberes algún día. El gesto es pequeño, pero es tan agradable.
Su madre siempre ha dicho que su amor es bueno porque es suave: no deja marcas en la piel. Le gusta ese amor, no es como el de su padre, le gusta ese amor, quiere entregarlo, no solo recibirlo. Quiere compartir el regalo, la carga.
Quizá, piensa Tyler, es por eso por lo que ahora oye el piar de pequeños pajaritos en la habitación contigua. Los recogió hace unos días, cuando su mamá le dio permiso a bajar al supermercado y él encontró un nido de pájaro volcado en el suelo. Ahora los tiene con una luz y una manta, los alimenta cada vez que chillan y cuando los de dormir se siente un héroe.
Debería darles de comer ahora, no quiere que mueran.
—Cariño —una voz dulce se escucha en la distancia, opacada por el sonido de múltiples puertas cerradas; es tenue y uno podría confundirla con el agudo crujir de una puerta, deformado por la imaginación en palabras, pero reconoce el tono o más bien su cuerpo lo hace. —ya he llegado.
La voz de su madre es inconfundible, no su suavidad, no su agudez, no su musicalidad. Muchas mujeres tienen esa característica voz de jilguero, pero hay algo en la de la de madre que él no sabe señalar, pero que cada célula de él reconoce. Antes de darse cuenta siquiera que la ha oído su cabeza se alza instintivamente, como la de un conejito que se alimenta apaciblemente y de pronto oye el crujir de una rama.
Un segundo después piensa en los pasos y otro segundo después los oye, uno detrás de otro, el mismo ritmo que su cabeza recuerda, el mismo ritmo que escucha cada día.
Una sensación agridulce acompaña los pasos hasta la puerta de la habitación de Tyler. El chico presta atención, se fija en los pasos, uno tras otro. Uno, luego otro, luego otro, luego... un ritmo marcial, pero las pisadas discretas de un hada, sin embargo, su cabeza le susurra otras cosas. Pasos torpes, confusos, caídas, su madre llorando, una mano alzada. Cierra los ojos, respira. Los pasos que oye son los de su madre, no los de su padre, y se centra en ellos, en reconocerlos, en estudiarlos, en separarlos de los recuerdos de los de su padre. Y, aun así, los confunde un poco. No entiende por qué aún hay malestar en su tripa si su padre ya no está para traer marcas moradas, ni gritos, ni portazos, si solo está su madre, que le enseña cómo funciona el amor.
Su madre abre, sonriéndole mientras el rostro le reluce por el sudor de haber trabajado duro. Mueve sus labios con forma de corazón, una moción pequeña, seguida de sonrisas, palabras bonitas, pero Tyler no las oye. A veces, cuando su madre habla es como si la escuchase bajo el agua. Ella se acerca y lo abraza, sus manos cálidas le recorren la espalda en una caricia y luego le besa la mejilla sonoramente con los labios ardiendo, pero él siente como si una lámina los separase; nota el frío y la asfixia de estar sumergido bajo el agua.
—Vamos, cielo, ayuda a mamá —la escucha decir a medias, capta apenas una fracción de las palabras, pero mientras intenta entenderlas ya se ha levantado y la sigue por el pasillo, hacia el fondo, donde está el baño y la habitación de ella.
Su madre le dice algo más mientras le toma de la mano conduciéndolo por el pasillo, fregando sus nudillos con el pulgar como le hacía de pequeño cuando lloraba porque tenía pesadillas. El gesto tiene algo reconfortante, así como algo culposo, que hace que Tyler siga sintiéndose lejos. Se ahoga y quiere pedirle a su madre que le ayude, pero no lo hace. Se siente flotar lejos de su cuerpo, de su madre, lejos del baño, de las cálidas caricias, lejos del amor, de la culpa.
Tiene ganas de que llegue el siguiente día. De ir a casa de Ángel.
Allí no se siente así.
Fin del cap ¿Os ha gustado?
¿Qué os parecen estos capítulos de recuerdos?
¿Qué teorías habéis sacado de este respecto a la relación de Ty con Ángel?
¿Y respecto a la relación de Ty con su familia?
Muchas gracias por leer <3
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