57

 


El orgasmo se aproxima de nuevo y cuando él lo nota empieza a masturbarme más rápido. Yo trato de suplicarle que pare, pero mi lengua es solo un lío de gemidos y ruiditos que él parece estar disfrutando demasiado como para hallarlos persuasivos.

Va más y más rápido y el placer aumenta tanto que me marea. Mi cuerpo entero tenso, mi espalda arqueada, mi cabeza hacia atrás y los ojos en blanco, los dedos de mis manos y pies rizándose de placer y entonces, entonces...

—¡Por favor! —chillo histérico, lágrimas en las comisuras de mis ojos y el orgasmo lentamente alejándose, pero volviendo cuando él aumenta el ritmo. No puedo más. —Quiero correrme, por favor... Por favor, Ángel, deja que me corra.

Él sonríe complacido por mi tono dócil y aminora el ritmo. No me ha dado lo que he pedido, pero al menos ahora puedo pensar un poco y componerme, respirar, hablar. Trago saliva. Puedo responderle a...

—Tyler, verás, te he preguntado si te has masturbado pensando en mí alguna vez. Sigo esperando una respuesta.

—T-te he respondido —rebato, teniendo que usar unas fuerzas absolutamente demoledoras para pronunciar esas pocas palabras.

—Has dicho que no -constata y yo empiezo pensar en rendirme —. Pensaba que eras mío, Tyler, pero no suenas muy mío cuando eres capaz de mentirme tan deliberadamente.

—Po... por favor, solo quiero...

—Y yo solo quiero una respuesta sincera —me corta, apretando mi pene un poco para castigarme por ser insistente. Mi cuerpo entero tiembla por la acción, noto su apretón hasta en la punta de mis dedos, ardiente —. Dame lo que quiero, Tyler, y seré bueno contigo.

Finalmente me resigno. Sé que es mejor darle a Ángel lo que quiere, ni una sola vez he tenido suerte intentando ir contra sus deseos.

Alzo mi rostro empapado en lágrimas hacia el suyo y trato de responder. Tartamudeo terriblemente en mi primer intento, notando como el calor me acude al rostro. Él me sonríe lleno de gusto, masturbándome despacio con el pulgar todavía prensado contra la hendidura. Mi pene late, necesitado, y yo apenas puedo soportar más su contacto.

—Yo... —se me atragantan las palabras. Un frío silencio me recibe, luego Ángel mueve un poco su pulgar, deslizándolo sobre la húmeda y sensible superficie de mi pene. Me está dando prisa. -Me he tocado pensando en ti.

—¿Y qué imaginabas que te hacía? —dispara la pregunta tan rápido que apenas tengo tiempo a reaccionar.

Parpadeo un par de veces, atónito. Su mano sigue en mi polla, la huella de su pulgar trazando tortuosos círculos en mi glande, acariciando a veces la sensible piel del frenillo, y su sonrisa sigue grande y demandante, dejando salir un silencio que yo debo llenar.

—No me acuerdo —respondo automáticamente, queriendo protegerme, pero me arrepiento tan pronto como hablo, cuando le veo fruncir un poco el ceño.

—¿Qué hemos dicho sobre mentir?

Su pulgar se aprieta más, la uña clavándose un poco en mi glande y la huella en mi hendidura. Noto mi ingle tensarse, el placer que se dispara por mi erección hallando un doloroso callejón si salida y volviendo a mí como un jodido cuchillazo. Duele tanto, necesito terminar, Dios, necesito...

—Pensaba en ti haciéndome chupártela —confieso, sintiendo mis palabras increíblemente pesadas. Cuando las escupo, un lastre que me impedía respirar es lanzado y tomo una enorme bocanada de aire. Él espera y asiente, orgulloso, pero en un silencio que me hace temblar ¿Acaso no es suficiente? ¿Acaso... Y entonces su mano se mueve arriba y abajo y noto el delicioso hormigueo que precede al orgasmo formándose en mi vientre bajo. Pero su dedo sigue sobre mi punta y esa sonrisa maliciosa está en su cara. Entro en pánico, sabiendo que no aguantaré más esta frustración, y finalmente digo: —, también pensé en ti follándome...

—No te oigo —su voz es tan cruel, tan filosa... y su mano va todavía más deprisa.

Noto el placer creciendo, listo para ser disparado y salir a chorros. O listo para toparse de nuevo con el dedo de Ángel y seguir acumulándose dolorosamente en mi interior.

—Me masturbé... —digo, mi voz saliendo alta, aunque no muy clara porque cuando empiezo a hablar el aumenta el ritmo, haciendo que mis gemidos corten la frase y mis respiraciones agitadas no me dejen siquiera pronunciar dos palabras seguidas —p-pensando en cómo me follabas.

Ángel sonríe triunfal y mientras yo noto mi rostro hundirse en un color rojo lleno de humillación, el suyo brilla de orgullo. Se inclina hacia mi boca con ese rostro imperturbable y hermoso mientras el mío se llena de lágrimas y saliva, mientras me retuerzo y suplico, mientras me muerdo los labios aterrado porque su mano va tan rápido, pero su dedo sigue sobre mi hendidura y el placer crece y escala y mi cuerpo se tensa y sé que estoy a punto de... de...

—Buen chico —susurra sobre mis labios. Sus dedos se afirman, menos el pulgar. Lo desliza muy despacio, dejando el camino libre.

Yo lloro de alegría y placer, quiero agradecerle, pero solo salen de mí torpes balbuceos mientras el orgasmo me fulmina como un rayo. Tan pronto su dedo se aparta, deslizándose sobre mi sensible punta, noto la descarga dispararse desde mi interior, me recorre veloz, lanzando poderosas sensaciones a todos los lados de mi cuerpo, y luego la dulce liberación me golpea. Mis caderas se empujan mientras me corro en abundantes tiras blancas, un pequeño espasmo me tensa el cuerpo entero por cada chorro que libero. Dejo el cuerpo inmóvil, dejando que lata y se tense al ritmo de ese brutal orgasmo que me atraviesa y se desvanece: cierro los ojos fuerte, aprieto los puños y arqueo mi espalda involuntariamente con cada oleada de placer hasta que por fin solo siento mis pulmones llenos de aire y el cuerpo ligeramente dolorido.

—¿Cómo te sientes? —la voz de Ángel me sobresalta, parece venir de todos lados a la vez y me siento un poco mareado cuando la escucho, pero luego abro mis ojos, veo el verde calmado de los suyos, y vuelvo a cerrarlos con cansancio.

—Como en una nube...

—¿Te hago sentir bien? —pregunta Ángel, acercando mi cuerpo al suyo. Noto algo húmedo pasando por mi vientre y mis piernas, quitándome los rastros de semen. Sonrío un poco cuando me doy cuenta de que se ha acordado de limpiarme, como anoche. —¿Te hago sentir seguro?

Asiento con la cabeza y él me mima el cabello; sus dedos hacen círculos agradables en mi cuero cabelludo y la bonita sensación parece filtrarse y gotear dentro de mi cráneo. Ahora mismo solo puedo pensar en cosas hermosas y felices, en que estoy en el cielo.

Luego noto un pinchazito de culpa.

—Siento haber querido huir anoche. Pero, de veras, esta mañana lo que te he dicho ha sido... no sé, solo quería ayudar, tener una vida normal. —me doy cuenta de lo estúpidas que han sido mis palabras un segundo después de pronunciarlas, cuando ya es demasiado tarde ¿Por qué he vuelto a sacar el tema? Dios, debe estar hecho una furia.

Cierro mis ojos fuerte y me tenso, preparado para cubrirme ante un grito o un golpe. En su lugar dedos cuidadosos me acarician las mejillas una voz suave me responde.

—Si te dejase tener una vida normal ¿Acaso no huirías de mí a la más mínima oportunidad? —pregunta, con un tinte de reproche, sí, pero no suena como cuando usualmente me hace una pregunta retórica. Hay algo, en la pequeña pausa de después, algo tan lleno de duda en su voz. Como si buscase una respuesta desesperadamente porque él no tiene ninguna — ¿Te quedarías conmigo? Dime ¿Saldrías al trabajo y volverías a casa sin pasar por la estación de policía? ¿Te quedarías esperando como un cachorrito a que yo volviese los días que estás solo, teniendo un teléfono hermoso en tu mesilla de noche con el que llamar a emergencias? ¿Te quedarías a mi lado y me ayudarías en vez de traicionarme de nuevo?

—Sí.

Y espero cualquier cosa. Un grito, sus manos tocándome otra vez para dejarme claro que soy suyo, una risa despectiva, una contestación mordaz, un golpe.

Espero cualquier cosa, menos un silencio y una mueca pensativa.


Fin del cap ¿Os ha gustado?

¿En qué creéis que piensa Ángel?

¿Qué pensáis de la relación extraña que Ty tiene con el sexo ahora que está con Ángel?

¿Creéis que Tyler dice la verdad cuando dice que sí se quedaría esperando por Ángel en vez de huir si tuviesen una vida normal?

Gracias por leer <3 Dejad una estrellita si os ha gustado :D Y un comentario si tenéis tiempo/ganas n.n


Comentarios